En ocasiones cuando charlamos
con otras personas acostumbramos a tener conversaciones en las que hablamos de
nuestros problemas personales, familiares, laborales, etc. Es común que los
seres humanos nos inclinemos a hablar de lo malo que nos sucede en lugar de
centrarnos en todo lo bueno que puede estar sucediendo a nuestro alrededor.
Simplemente pongámonos a pensar ¿de qué hable con las personas que conviví hoy?
¿acaso compartí con ellos experiencias positivas o ellos compartieron conmigo
visiones optimistas?; si nos ponemos a pensar, charlamos más sobre cuestiones
negativas y de esta forma, vamos compartiendo una cadena de pesimismo con cada
persona que nos encontramos.
En una investigación realizada en la que varias
universidades norteamericanas participaron, dirigida por el psicólogo Nathaniel
Lambert, se llegó a la conclusión de que una manera de contrarrestar la
tendencia a la negatividad es comentar con amigos, familiares y personas en
general, acerca de las cosas buenas que nos pasan o los recuerdos felices que
tenemos. Esto genera un aumento de bienestar no sólo en nosotros mismos sino
también en las personas con las que compartimos las experiencias positivas.
Por lo
general, las personas positivas suelen ser agradecidas con todo lo que les
rodea, por lo que tienden a mantener una visión más optimista tanto de sí mismo
como de los demás.
El reto se encuentra en lograr enfocarnos en los aspectos buenos de nuestra vida y dejar a un lado los negativos, esto no quiere decir que los neguemos o evadamos, sino que dejemos de centrarnos en lo malo que nos sucede para lograr enfocarnos en los aspectos más optimistas de nosotros mismos y de los que nos rodean. Por lo cual te invito a que a partir de hoy hablemos en positivo y propositivo.
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