“Vivimos en un mundo que nos ofrece muchas opciones. Es
bueno tener por lo menos cierto número de opciones, por ejemplo, entre
diferentes productos que se adaptan a diferentes gustos personales.”
Como no todos quieren el mismo automóvil, los fabricantes
nos dan a escoger entre el Audi, el Toyota, el Kia, el Ford y el Citroën; y
muchos más. Unas personas se apresuran a comprar el último iPhone y
otras esperan el próximo Android o Windows Phone.
Unos desean un cereal crujiente para el desayuno, otros prefieren avena. En
casi todos los aspectos de la vida moderna estamos acostumbrados a contar con
una amplia serie de opciones.
À veces, esta misma abundancia de opciones hace difícil
elegir. Hace cuarenta años, el investigador Alvin Toffler publicó un libro
titulado: El shock del
futuro, en el cual describe el
"exceso de opciones", conocido también como "sobrecarga de
opciones". Por ejemplo, ciertos estudios encontraron que cuando los
compradores ven 30 marcas de detergente para la ropa en el supermercado, no
solo tardan más en elegir, sino que hay mayor probabilidad de que no elijan
ninguno.
El problema es trivial cuando se trata de jabones, pero
cuando se trata de comprometerse con una carrera, un matrimonio o incluso una
religión; las consecuencias pueden ser mucho más graves.
¿QUIÉNES TEMEN COMPROMETERSE?
Entre muchos jóvenes de edad universitaria se ha puesto de
moda una especie de "cohabitación parcial", en la cual una pareja
pasa tres o más noches junta cada semana, pero conservando la opción de
regresar a su propia casa. La profesora Tyler Jamison, investigadora en
relaciones de familia, recientemente comentó: “La cohabitación es demasiado
compromiso para las parejas de hoy. Estas parejas pretenden mantener abiertas
sus opciones a la vez que disfrutan los beneficios de una relación.
Muchos
adultos de edad universitaria son estudiantes que pronto se hallarán en un
punto de transición en la vida. La mayoría de los estudiantes no tienen un plan
definitivo con respecto a dónde vivirán o trabajarán después de graduarse, y la
cohabitación parcial es un modo de tener comodidad y facilidades sin el
compromiso de vivir juntos ni de hacer planes a largo plazo".
Hace una generación muchos jóvenes no cristianos veían en la
cohabitación un modo de evadir el compromiso matrimonial. Hoy, la cohabitación
parcial les permite evadir incluso el compromiso mínimo de vivir juntos. La
práctica no solamente es contraria a la Biblia, sino que es típica de una
tendencia en la cual la búsqueda de "comodidad y facilidad"
activamente impide que las personas asuman compromisos importantes.
¿Qué hay detrás de esta tendencia? Un documental transmitido
por PBS en el año 2006, sugiere varios factores: "Afán de aventura, deseo
de avanzar en la carrera, y adolescencia prolongada. La falta de compromiso
también está llegando con fuerza al campo de la religión. Algunos estudios
sugieren que los jóvenes de la generación del iPod están eligiendo qué
aspectos de la fe adoptarán para formar su propia "’lista de reproducción’
espiritual".
Y tú, ¿qué piensas? ¿Quieres llegar a los 30 años en
soltería y viviendo aún con tus padres? ¿Te da miedo "lanzarte" a la
edad adulta? Si por el contrario, quieres comenzar bien tus años de adulto, es
importante que aprendas a asumir compromisos con sabiduría, ¡y a cumplirlos!
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