La Libertad Es Libre
“El hombre está condenado a ser libre” es una frase del
filósofo francés Jean-Paul Sartre, uno de los máximos exponentes del
existencialismo. Significa que la libertad es inherente a la condición humana y
que, por ello, el hombre es absoluto responsable del uso que haga de ella.
En esta frase, probablemente la más célebre de las
afirmaciones de Sartre, se concentran algunos de los aspectos esenciales de su
pensamiento filosófico, como la reflexión sobre la condición humana, la
naturaleza de la libertad y el sentido de la existencia.
Para entender en toda su dimensión lo que Sartre quiso
expresar con esta frase, es importante señalar que está, al igual que el
conjunto de su obra literaria, crítica y filosófica, adscrita al
existencialismo,
que es una corriente filosófica que indaga en torno a
cuestiones relacionadas con la vida y la existencia, que interroga conceptos
como el de la libertad humana, y reflexiona sobre los alcances de la
responsabilidad individual del hombre
.
El existencialismo, como corriente de pensamiento,
empieza a anunciarse en el siglo XIX, en el pensamiento de filósofos como Søren
Kierkegaard y Friedrich Nietzsche, que ejercieron una notable
influencia en la obra de Sartre. No obstante, los eventos traumáticos de la
primera y segunda guerra mundial dotarán al existencialismo de una nueva fuerza
dentro de las corrientes de pensamiento de la humanidad. Será, pues, en este
contexto, en el que Sartre desarrollará el grueso de su obra filosófica y
literaria.
Análisis de la frase
“El hombre está condenado a ser libre” es una afirmación
filosófica que se construye a partir de una aparente
contradicción retórica. Pensemos en la manera en que se
relacionan e interactúan los conceptos de la libertad, que se asocia a la
facultad para obrar y actuar de manera libre, y el de condena, que
convoca la idea de prisión, de no-libertad, dentro de la cual, sin embargo,
Sartre sitúa, en toda su dimensión, la voluntad del hombre.
Pero, ¿por qué Sartre expresa la idea de la libertad
humana como una condena?
En primer lugar, es importante destacar que Sartre rechazaba
la idea de que hubiera un ser superior que determinara el curso de la
existencia. Lo cual implicaba que el ser humano era responsable de su
existencia, de sus acciones y decisiones, y que, puesto que nada había que
prefigurara o definiera su conducta, no estaba atado sino a sus elecciones.
Así, para Sartre el hombre era el responsable
absoluto de sí mismo, y, en consecuencia, era el que se
inventaba a sí mismo, definiendo, mediante su conducta, sus obras y sus actos,
quién era y cuál era el sentido de su existencia.
De este modo, la libertad del hombre, que es parte de la
esencia humana, tendría expresión en dos dimensiones: una objetiva, que
significa que la libertad es igualmente vivida por todos, y otra subjetiva,
según la cual cada quien vivirá de acuerdo a sus peculiaridades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario