domingo, 11 de febrero de 2018

La Concentración


Los problemas de concentración no pueden considerarse una enfermedad pero disminuyen de forma notable los niveles de productividad y la calidad de vida de las personas. ¿Te ha pasado alguna vez que, al terminar de leer un texto, 
descubres que no has retenido nada en absoluto de lo que acabas de leer? 

La concentración es como un músculo, podemos aprender a entrenar nuestra capacidad de atención para así mejorar nuestros niveles de concentración y, de ésta forma, aumentar nuestra productividad.

Si realizamos cada día actividades para mantener nuestro cerebro activo, la habilidad para recordar y para memorizar, se estará estimulando. Así recordaremos más fácilmente la lista del supermercado, números de teléfono de familiares, nombres de los vecinos, etc... y los niños aprenderán de manera diferente y divertida las letras y los números. 

¿Qué se puede hacer para mejorar el nivel de atención en general? Los consejos a realizar cada día

Relajarse

Antes de iniciar cualquier actividad que requiera concentración practicar durante 5 minutos la respiración consciente: centrar toda la atención en el aire que entra por la nariz y observar cómo lentamente sale. Aunque aparezcan pensamientos que distraigan es aconsejable volver a concentrarse en la respiración.

Ejercitar la mente
Diversas actividades son aconsejables: hacer crucigramas, sopas de letras, sudoku, leer y hacer cursillos de cosas que nos gusten o nos apetezcan. Realizar otras actividades que hagan trabajar al cerebro como escribir o cepillarse los dientes con su mano no dominante.

Aprender cosas de memoria
Es conveniente para ejercitar la concentración obligarse cada día a aprender algo nuevo de memoria: una poesía, una canción, una oración, varios números de teléfonos, palabras nuevas del diccionario y su significado, etc... 

Hacer descansos cada cierto tiempo
El nivel de concentración va disminuyendo a partir de un cierto tiempo de atención a una tarea o actividad. Por esta razón, es importante descansar durante 5 minutos por cada hora de trabajo. 

Quédate mirando fijamente alguna cosa durante 5 minutos
Un lápiz, una marca en la pared, la uña de tu dedo índice, tu escritorio, una planta, una esquina de la habitación, un botón de tu camisa, una foto... Cualquier cosa que se te ocurra. Se trata de mirar fijamente un objeto hasta que empieces a ver cosas en las que normalmente nunca te fijas. Por ejemplo, el punto negro que hay en la pared y las manchas cerca del techo. Pero si lo miras fijamente durante un tiempo empezarás a darte cuenta de que parece distinto, que la forma que tiene no era la que tú pensabas que tenía. No hace falta nada más. Mira fijamente y observa. 

Siéntate
En una silla o en el suelo, cierra los ojos y escucha a ver cuántos sonidos distintos eres capaz de reconocer. Poco a poco vas a identificar sonidos distintos, empieza a contarlos y cada vez que haya uno nuevo, incrementa la cuenta.

Respetar los ciclos de sueño-vigilia

Deporte y buenos hábitos alimentarios
Ambos nos ayudan a reducir el estrés, a mejorar la sensación de bienestar, la salud y, en la medida que estemos bien físicamente, estaremos en mejores condiciones intelectuales, lo que puede aumentar nuestra capacidad de rendimiento. La práctica regular de un deporte ayuda a liberar la tensión muscular lo que conlleva liberar tensión mental: aumentan las endorfinas y con ellas se reduce la sensación subjetiva de ansiedad y de estrés.

Aprender estrategias para mejorar la memoria
Los recursos o nemotecnias, siglas, rimas y chistes pueden ayudar a recordar las cosas que deseas recordar, como nombres y fechas. La repetición o la información relativa a algo a la que estás más familiarizado pueden ayudarte. 

Beber agua en abundancia 
Ayuda a deshacerse de toxinas y, en general, a mantener el cuerpo y la mente sana. 

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