Desde pequeño, siempre me ha gustado intentar entender el
porqué de las cosas. Ver el motivo que hay detrás de todo lo que existe, y
comprender por qué es como es. En última instancia, quería descubrir el sentido de
la vida, y entender por qué soy como soy.
Durante muchos años, pero, cuando compartía esta inquietud
con los demás, el comentario que más a menudo me encontraba es: “qué
pérdida de tiempo. No hay que entender el porqué de las cosas. Las cosas son
como son y punto.”
Ahora, esta situación ha cambiado un poco, pero sigue
habiendo una tendencia a creer que no tiene sentido preguntarse por qué,
especialmente cuando hablamos del sentido de la vida, o de temas profundos en
general. Nos encanta decir que la vida está para vivirla, no para entenderla.
Por esta razón, me gustaría contarte una pequeña historia…
Qué Pasa Cuando No Sabemos el Porqué de las Cosas
Dice la historia que, en un pequeño pueblo, había un hombre
muy sabio, alrededor del cual la gente se reunía de vez en cuando para meditar
y recibir sus consejos. Un día, sin embargo, apareció un gato que empezó a
pasearse por la sala donde hacían la reunión. Era un gato muy juguetón, y no
los dejaba concentrarse. Así que el sabio pidió que alguien lo atara mientras
duraba el encuentro.
Parece ser que al gato le gustaba participar a su manera,
porque a partir de ese día, siempre aparecía cuando se reunían. Y tal como
habían hecho el primer día, lo volvían a atar.
Los años fueron pasando, y un día el sabio del pueblo murió.
Todo el mundo estuvo muy triste, y le guardaron luto. Pero siguieron celebrando
las reuniones, ahora dirigidas por sus discípulos, los cuales intentaban
mantener vivo el espíritu de su maestro.
Siguieron pasando los años, y los encuentros se mantuvieron
casi igual.
Meditaban tal y como el maestro les había enseñado, e intentaban
aplicar todo lo que habían aprendido de él. Por su parte, el gato seguía
apareciendo, y lo continuaban atando.
Hasta que un día el gato también murió. Y entonces buscaron
otro gato para poder atarlo durante las reuniones.
Me gusta mucho esta historia, porque muestra muy claramente
lo que sucede cuando no conocemos el porqué de las cosas: acabamos haciendo
cosas sin sentido.
Así que intentar descubrir por qué estamos aquí, qué es la
Tierra exactamente y cuál es el sentido de
nuestra vida no es una pérdida de tiempo: es la mejor manera de
no terminar buscando gatos para atarlos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario