miércoles, 7 de febrero de 2018

Nuestro Lenguaje


El idioma español está considerado como una lengua romance del grupo ibérico y uno de los más limpios del habla moderna porque a no ser porque la H es muda, se lee y escribe tal cual se pronuncia. Es rico en conceptos y se los articula fácilmente y con una curiosidad: tiene 15.000 verbos que han sido publicados ya hace mucho tiempo en un diccionario especial (Sopena).

En ese número de verbos están incluidos los de la vieja habla castellana pero ello no impide reflexionar sobre la poca cantidad de verbos que se utilizan en la actualidad. Desde la Academia Nacional del Idioma se dijo que la mayoría de los rioplatenses empleaba alrededor de 600 palabras en el lenguaje coloquial cotidiano. Este achicamiento idiomático está relacionado seguramente con el abandono del hábito regular de la lectura, algo que ha ido decayendo pronunciadamente en los últimos años como consecuencia de la invasión tecnológica y de un cierto debilitamiento en la enseñanza dentro del sistema educativo.

El mundo del idioma español es muy rico y ello se nota en los grandes disertantes y en los escritores. La riqueza que ha dejado Jorge Luis Borges en su producción es inmensa y ha sido considerada mundialmente.

El idioma se articula con palabras y la palabra es la unidad mínima del significado de una lengua. La palabra es considerada específicamente como un conjunto de sonidos que expresa una idea. Por ello, utilizar los términos con precisión impide que quien escucha se equivoque en la interpretación de los significados. 

Esta observación es fundamental para la apreciación del idioma.

Por otra parte, las diferencias generacionales son visibles en el uso idiomático. En principio porque el idioma responde a la realidad de la vida, es decir tiene un presente en su expresión así como un pasado en su estructuración. No obstante, en un amplio sector de los jóvenes se incluyen modismos antojadizos y contracciones en el uso de la palabra, por ejemplo no dicen «vamos a ver una película» sino vamos a ver una «peli». Y, hay que admitir que estas caracterizaciones se llevan aula y que a los profesores de lengua les cuesta poner las cosas en su lugar. Mucho más con la indisciplina tan frecuente hoy en el ámbito escolar.

El aporte más importante que puede hacer una persona al idioma, es hablar bien en la vida cotidiana, es decir expresar correcta y claramente sus ideas para evitar cualquier confusión . 

Hay que hablar teniendo en cuenta que la palabra es el vínculo y que, entendida como tal, mejora y profundiza la comunicación.


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