domingo, 5 de mayo de 2019

Discutir Para Comprender


No hay duda que la única vía para la paz y el reencuentro es la comunicación. 

Hay que hablarlo. Aun así, no hace falta hacerlo en ese mismo instante en el que surge la discusión o el desencuentro, ni tampoco habría que esperar tres días.

Una vez pasada la tormenta, deberíamos escucharnos a nosotros mismos, reflexionar sobre lo que ha pasado. Si la discusión se nos ha ido de las manos, hay que analizar el por qué. Es necesario que seamos conscientes de cual es la parte que ponemos nosotros para que haya sucedido aquello. Los dos tenemos nuestra parte de responsabilidad y cada uno debe aceptar la suya.

Hecho esto, podemos encontrarnos con el otro y hablarlo, pero siempre desde uno mismo. No debemos culpar al otro sino que cada uno debe hablar de su parte, de lo que siente, de lo que piensa sobre lo sucedido y de lo que cree que hay que modificar.


Siempre desde el respeto y el amor, ya que si cuando discutimos faltamos al respeto al otro o le decimos cosas que no le queríamos decir,  tendremos pocas posibilidades de hacer crecer la relación de una manera sana. 

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