miércoles, 28 de febrero de 2018

Sueños Y Anhelos


¿Cuáles son mis sueños, aspiraciones o ideales en la vida?  

“Mis aspiraciones en la vida son estudiar para cada día aprender algo nuevo y ponerlo en práctica, poder estar con las personas que amo tanto siendo un profesional en lo que hago y poder viajar por todo el mundo descubriendo sus secretos”

“Lo que yo verdaderamente anhelo es poder estar lo que más pueda con mi familia en un lugar tranquilo en el que me sienta cómodo y en paz”

¿Cuáles realmente puedo realizar?
Yo no pienso que no podría lograrlos ya que todo requiere de dedicación y esfuerzo y con eso los lograre todos ya que si uno sueña algo es para cumplirlo y no defraudarse uno mismo con el hecho de no haber seguido sus metas o sueños...

¿Qué debo hacer para lograrlos?
Lo que yo debo hacer para cumplir mis sueños es tener mucha fuerza de voluntad para dejar atrás cosas malas que obstruyan la meta que se va alcanzar y también esforzarme mucho para que cada día esté más cerca de mi sueño.

¿Cuál es el trabajo que puedo desarrollar como un medio para alcanzarlos?
El trabajo que puedo desarrollar como medio para alcanzar mis sueños es ser una buena persona con todos, enfatizarme en las cosas que haría en un futuro para que no fueran tan desconocidas y tener un buen plan de lo que va hacer mi vida.

Debo cambiar algo en mi vida para alcanzar mis sueños?
La verdad si lo que yo debería cambiar en mi vida es la toma de decisiones, al igual que dejar tanta pereza y ponerme más activo en cosas productivas que me sirvan más en un futuro.


martes, 27 de febrero de 2018

La Lectura



Aprender a leer es un privilegio.

El problema es que la mayoría no lo aprovecha leyendo de forma habitual.

Creo que mucha gente se acerca a la lectura de la manera equivocada: tratan de obligarse a leer, y ver la lectura como una tarea difícil y tediosa. La buena noticia es que incorporar el hábito de la lectura es más divertido y fácil de lo que pensabas.

“Siempre imagine que el paraíso sería algún tipo de biblioteca”                     Jorge Luis Borges

En algún lugar después de “quiero bajar de peso“, “quiero dejar de procrastinar“, y “quiero enamorarme“.  El “quiero leer más“es una de las principales metas de muchas personas.

Y con toda razón…
Un buen libro puede ser una experiencia increíble. Te enseña acerca de las cosas más allá de tus horizontes diarios, te conecta con las mentes más brillantes y puede crear personajes tan reales que parece que los conoces.

Hace algunos años (pero no demasiados) los libros y en general el acceso a la información era accesible para muy pocas personas. En su momento el clero y la Iglesia resguardaban los libros como oro.

Actualmente el acceso a la información es ilimitado. La mayoría de nosotros tenemos el privilegio de leer los libros que queramos, incluso de forma gratuita.

Una de las bibliotecas más grande del mundo es la Biblioteca Pública de Nueva York. La cual tiene más de 3 millones de libros a lo largo de sus estanterías. En cantidad es más de un millón de bytes de información.

Piensa en esto:
¿Cuántos libros crees que has leído hasta ahora? ¿Cuántos libros crees que podrás leer a lo largo de toda tu vida?…
Hagamos el cálculo:
La esperanza de vida es de 80 años (más si tienes suerte). Supongamos que empiezas a leer (por hábito) a los 20 años.
Si lees un 1 libro por semana estarás leyendo 2880 libros aproximadamente. Si en cambio lees 100 libros al año, serías capaz de leer 5000 libros en toda tu vida.
Imagínate cuantas historias increíbles e información valiosa puedes descubrir.
Imagínate todo lo que te estás perdiendo simplemente porque NO tienes el hábito de la lectura.

Quiero decir, ¿qué pasa con todas esas fantásticas aventuras y bellos romances? ¿Qué hay de todas las batallas, héroes y villanos del pasado que nunca  has oído hablar? ¿Qué pasa con todas las cosas fascinantes acerca del mundo que aún no sabes?

Yo he leído un montón. Y de todo, desde un complejo artículo científico (que me toma tiempo) hasta una divertida historia de aventuras que se me acaba volando.
Todos los libros que han pasado por mis manos me han ayudado en algo.

Ninguno fue desapercibido.
Para mí el hábito de la lectura fue en un inicio una especie de terapia. Después se convirtió en una herramienta para ayudarme a escribir mejor.

Y por eso creo que todos deberíamos de empezar a leer. Como un primer paso que nos conduce a donde queremos llegar.

Sin embargo, la lectura es más que un medio para un fin… la lectura es un fin en sí mismo. Es un privilegio, y así es como debemos acercarnos a ella.

Es verdad que todos leemos hasta cierto punto.
Durante la escuela o la universidad leer es una práctica muy común. También leemos cotidianamente. Por ejemplo: el periódico en las mañanas, algún artículo interesante o tu blog favorito como Habitualmente.

El beneficio más importante que puedes tener será si empiezas a leer HOY.

lunes, 26 de febrero de 2018

Escuchar Nuestro Yo Interior



Todos hemos escuchado acerca de los beneficios de la meditación. Algunos lo practican y otros pasan de largo dudando de los beneficios de tan sencilla práctica. Es tan sencilla que quizá por ello se le atribuye el favor de la duda. En ocasiones sin comprobarlo.

La meditación no solo es la acción de sentarse en un lugar vacío y desconectar con el exterior, que es lo ideal. El objetivo de esta es práctica es conseguir un estado de paz y armonía con nosotros mismos y con nuestro entorno. Recuperar el control y continuar con nuestra vida cotidiana de la forma más sana posible. 
Independientemente de los acontecimientos exteriores.

Algo muy parecido ocurre cuando estamos haciendo algo que nos gusta mucho, una actividad que nos saca de nuestra rutina y nos introduce en un estado de disfrute, donde actuamos conscientes de cada movimiento que estamos haciendo, abandonando cualquier otra distracción. Por ejemplo cuando estamos cocinando, cuando estamos leyendo, cuando estamos caminando por la playa con los pies desnudos.

Estamos tan relajados, nuestro cuerpo esta tan compenetrado con lo que estamos haciendo, que podemos conectar con  nuestros sentimientos, con nuestros instintos. Incluso podemos recuperar situaciones agradables que se habían perdido en el tiempo, robándonos una sonrisa. 

Es una acción natural del ser humano, conectar consigo mismo y con la naturaleza. Que hemos ido perdiendo a medida que nos hacemos adultos. Y que podemos recuperar cuando queramos.

Cuando quieras encontrar tu esencia, cuando quieras saber las respuestas, cuando quieras escapar; aléjate a un lugar tranquilo, fresco, limpio, donde puedas relajarte un par de minutos, cinco, tal vez veinte. Toda una tarde.

Relaja tu cuerpo, respira suavemente hasta que te sientas cómoda (importante),  abre los ojos para mirar las nubes o ciérralos para crear el espacio donde te gustaría estar en ese momento. No pienses, no recuerdes, no interrumpas, solo deja que tu ser fluya.

Cuando alcances esa paz donde el exterior no existe en ti. Es en ese momento donde tu "yo", es poderoso, genuino.

Escúchalo y deja que te guie, conecta con el universo para que este confabule a tu favor.

Es tú ser quien tiene todas tus respuestas.

El Niño Interior Que Llevamos Dentro


 El "niño interior herido" o la parte más vulnerable que todos llevamos dentro desde la infancia, guardada bajo muchas llaves, se puede destapar en momentos de estrés provocando que reaccionemos de forma infantil y no como adultos, según ha explicado a Efe la psicóloga Victoria Cadarso
.
La solución es "apreciarnos a nosotros mismos", es decir, "que la parte adulta abrace a ese "niño interior herido" que está representado por aquella parte que "no ha crecido o se ha quedado rezagada por falta de amor o comprensión", ha destacado la autora del nuevo libro Abraza a tu niño interior.

"Siempre se puede retomar, revisitar y transformar a ese niño interior herido", a pesar de que al ir formándose nuestra personalidad en las etapas del desarrollo hayan permanecido de base emociones bloqueadas que, como una caja de pandora, se destapan en momentos de estrés, ha dicho Cadarso.

"A veces tenemos una pataleta de niño pequeño y no sabemos por qué, y es debido a que nuestro niño interior herido toma las riendas en vez de nuestro adulto", ha asegurado. Y todo ello porque en nuestra infancia está la clave para entender por qué somos como somos, qué nos hace pensar, sentir y actuar de determinada manera y no de otra; descubrirla nos atrae pero también nos asusta, según esta psicóloga.
El "niño interior" representa -continúa- a nuestro auténtico ser (el que se ha quedado tras la máscara que todos nos ponemos para salir a la calle y que es nuestra personalidad), al niño herido (parte que se ha quedado sin recibir lo necesario para crecer adecuadamente) y al potencial que todos tenemos dentro.
Aunque hay gente que piensa que una vez que ha pasado la infancia los problemas consecuentes no tienen arreglo, Victoria Cadarso sostiene que eso es "psicología antigua", ya que en la actualidad, con la neurociencia, podemos cambiar "cosas" por medio de visualizaciones, trabajo interior y medicación.
Si se le pregunta si la culpa de los problemas que podemos arrastrar desde nuestra infancia la tienen los padres, contesta que éstos, en general, "lo hacen lo mejor que pueden con lo que tienen" y que hay que tener en cuenta que los progenitores muchas veces son el resultado, a su vez, de los suyos.
"Realmente llevamos la información de siete generaciones hacia atrás y nosotros influimos a siete generaciones hacia adelante por lo menos", ha comentado Cadarso, autora también de Destapa tu olla estrés y Botiquín para un corazón roto, entre otros libros editados por Esfera de los Libros.

Sin embargo, ha reconocido que en su consulta recibe a muchas personas adultas que gracias a un abuelo, a una cuidadora o a un profesor que "se fijaron" más en ellos en la infancia que sus padres se han salvado de "dramas más profundos" e incluso del suicidio.
"A todos nos ha faltado algo en la infancia, aunque pensemos que hemos tenido una infancia feliz", ha afirmado. "Siempre hay un desencuentro -añade- entre lo que uno necesita y lo que obtiene y eso depende en qué cantidad lo hayamos tenido, aunque todos tenemos anhelos y carencias que no tenemos por qué llevar como una condena".
"Si liberamos el dolor que se ha quedado bloqueado en el niño interior herido conectaremos con el niño interior auténtico y podremos desarrollar todo el potencial que llevamos dentro y no llevaremos las circunstancias del pasado como un lastre al presente", ha concluido. 
El "niño interior herido" o la parte más vulnerable que todos llevamos dentro desde la infancia, guardada bajo muchas llaves, se puede destapar en momentos de estrés provocando que reaccionemos de forma infantil y no como adultos, según ha explicado a Efe la psicóloga Victoria Cadarso.

La solución es "apreciarnos a nosotros mismos", es decir, "que la parte adulta abrace a ese "niño interior herido" que está representado por aquella parte que "no ha crecido o se ha quedado rezagada por falta de amor o comprensión", ha destacado la autora del nuevo libro Abraza a tu niño interior.

"Siempre se puede retomar, revisitar y transformar a ese niño interior herido", a pesar de que al ir formándose nuestra personalidad en las etapas del desarrollo hayan permanecido de base emociones bloqueadas que, como una caja de pandora, se destapan en momentos de estrés, ha dicho Cadarso.

"A veces tenemos una pataleta de niño pequeño y no sabemos por qué, y es debido a que nuestro niño interior herido toma las riendas en vez de nuestro adulto", ha asegurado. Y todo ello porque en nuestra infancia está la clave para entender por qué somos como somos, qué nos hace pensar, sentir y actuar de determinada manera y no de otra; descubrirla nos atrae pero también nos asusta, según esta psicóloga.
El "niño interior" representa -continúa- a nuestro auténtico ser (el que se ha quedado tras la máscara que todos nos ponemos para salir a la calle y que es nuestra personalidad), al niño herido (parte que se ha quedado sin recibir lo necesario para crecer adecuadamente) y al potencial que todos tenemos dentro.
Aunque hay gente que piensa que una vez que ha pasado la infancia los problemas consecuentes no tienen arreglo, Victoria Cadarso sostiene que eso es "psicología antigua", ya que en la actualidad, con la neurociencia, podemos cambiar "cosas" por medio de visualizaciones, trabajo interior y medicación.
Si se le pregunta si la culpa de los problemas que podemos arrastrar desde nuestra infancia la tienen los padres, contesta que éstos, en general, "lo hacen lo mejor que pueden con lo que tienen" y que hay que tener en cuenta que los progenitores muchas veces son el resultado, a su vez, de los suyos.
"Realmente llevamos la información de siete generaciones hacia atrás y nosotros influimos a siete generaciones hacia adelante por lo menos", ha comentado Cadarso, autora también de Destapa tu olla estrés y Botiquín para un corazón roto, entre otros libros editados por Esfera de los Libros.
Sin embargo, ha reconocido que en su consulta recibe a muchas personas adultas que gracias a un abuelo, a una cuidadora o a un profesor que "se fijaron" más en ellos en la infancia que sus padres se han salvado de "dramas más profundos" e incluso del suicidio.
"A todos nos ha faltado algo en la infancia, aunque pensemos que hemos tenido una infancia feliz", ha afirmado. "Siempre hay un desencuentro -añade- entre lo que uno necesita y lo que obtiene y eso depende en qué cantidad lo hayamos tenido, aunque todos tenemos anhelos y carencias que no tenemos por qué llevar como una condena".
"Si liberamos el dolor que se ha quedado bloqueado en el niño interior herido conectaremos con el niño interior auténtico y podremos desarrollar todo el potencial que llevamos dentro y no llevaremos las circunstancias del pasado como un lastre al presente", ha concluido. 


domingo, 25 de febrero de 2018

Persistencia


Nada en el mundo reemplaza a la persistencia, ni siquiera el talento. Es la cualidad que le da consistencia al carácter, la virtud que va de la mano con muchos logros. La persistencia es capaz de establecer un puente entre nuestra mente consciente y la subconsciente, y cuando esto sucede tenemos un puente directo al éxito. Modulado por otras variables, como la inteligencia a la hora de dirigir esta voluntad, eso sí.

Lo normal en nuestra vida es que los objetivos no se cumplan a la primera, siempre nos encontramos el camino lleno de obstáculos. A medida que vayamos desarrollando nuestra persistencia, encontraremos soluciones alternativas y veremos cada obstáculo como una experiencia, cambiaremos así de perspectiva y nos ganaremos la posibilidad de aprender de ello.

A menudo, tenemos las herramientas para conseguir nuestros objetivos, pero no lo conseguimos porque nos falta esa fuerza de voluntad, o persistencia. Entrenar la voluntad reduce la tasa de ejecución de los impulsos negativos del 70% al 17%. Un estudio de la Universidad de Chicago, realizado por el psicólogo Wilhelm Hofmann, demostró que cuando las personas ceden a un deseo o impulso, lo ejecutan aproximadamente el 70% de las veces, mientras que cuando se resisten los ejecutan solo el 17%. “Es decir, tirar de voluntad frena más del 80% de los impulsos no deseados”, explica el especialista.

La ausencia de voluntad hace que cuando tengamos que tomar una decisión nos pueda lo inmediato, que pensemos únicamente en los beneficios presentes, no tengamos en cuenta las consecuencias y no veamos más allá de nuestros instintos.

“La paciencia, persistencia y transpiración son una combinación indestructible para el éxito”
-Napoleón-

Las caídas y las crisis son inevitables. Los problemas a los que nos enfrentamos, con más o menos frecuencia, son proveedores de oportunidades para el crecimiento personal. Ellos nos motivan a adquirir recursos y habilidades como medio para encontrarles una solución. Muchas veces también son ellos los que nos sacan de nuestra zona de confort y nos plantean desafíos inevitables ante los que por voluntad propia nunca nos presentaríamos.

Así, para afrontar estas situaciones, es importante interpretar los problemas como una oportunidad y no como un problema. Los estilos de afrontamiento más adecuados son aquellos que nos mantienen activos, ayudándonos a definir las causas del problema e identificando sobre cuáles podemos intervenir para solucionarlo.

Lo único que realmente podemos controlar es cómo respondemos a las dificultades. Cada vez que lo hacemos de manera positiva y constructiva nos volvemos más fuertes, y somos capaces de afrontar de mejor manera el siguiente problema o crisis que aparezca en nuestra vida. Epícteto, filósofo de la escuela estoica, escribió “Las circunstancias no hacen al hombre. Ellas, solamente lo revelan ante sí mismo”.

“Tal vez te topes con muchas derrotas, pero no serás derrotado. De hecho, tal vez necesites enfrentar esas derrotas para que puedas saber quién eres, cómo te puedes levantar y cómo podrás salir de ahí”

-Maya Angelou-

El Ser Humano Y La Máquina


Algunas diferencias entre la inteligencia artificial y la inteligencia humana; comenzando por un breve recorrido por cada una de ellas desde su historia hasta la actualidad y concluyendo así que aunque el hombre se esfuerce por conseguir una maquina perfecta no podrá remplazar a la mente humana, ya que no tiene la capacidad de interpretar los indicadores biológicos como emociones, estados de ánimo y muy seguramente adaptarse a sus necesidades.

La Inteligencia Artificial
Conocida también como IA, es parte de la informática, se ocupa del diseño y creación de máquinas capaces de tener comportamientos inteligentes, hasta llegar a limitar el funcionamiento de la mente humana. Se la puede definir como una ciencia de lo artificial y como un conjunto de tecnologías computacionales que se interesan en cómo se manifiesta la adaptación al ambiente, la representación y el razonamiento, en diversas especies vivientes (el humano, los invertebrados, etc.) y lo aplican o lo imitan (hacen una mímica) de su adaptación, su representación y su razonamiento en máquinas artificiales.

La IA fue introducida a la comunidad científica a mediados de los cincuenta por el inglés Alan Turing, fue continuada por John Von Neumann; su idea central era que los computadores deberían diseñarse tomando como modelo el cerebro humano. Jhon Von Neumann fue el primero en “antropomorfizar” el lenguaje y la concepción de la computación al hablar de la “memoria”, los “sensores”, etc., de las computadoras. Construyó una serie de máquinas utilizando lo que a principios de los cincuentas se conocía sobre el cerebro humano, y diseñó los primeros programas almacenados en la memoria de una computadora.

En la época del renacimiento aparecieron los primeros autómatas, con la única función de entretener a la nobleza. Así Jacques Vaucanso construyo su famoso “pato mecánico”, este imitaba conductas de comer y defecar. Pero también surgieron los primeros fraudes como la máquina que jugaba ajedrez y que, en realidad, estaba manipulada por una persona oculta en su interior.

En la actualidad existen sistemas expertos para resolver problemas de todo tipo con aplicaciones en los bancos, las bolsas de valores, las compañías de seguros, en la medicina, en la ingeniería, en los ejércitos y en las propias gestiones 
informáticas etc. 

Es tanto el interés en esta disciplina que ya están trabajando en un proyecto liderado por la Ecole Polytechnique federal de Lausa (suiza), y la firma IBM, utilizando una máquina llamada Blue Brain, dotada de 8.000 procesadores que trabajan en paralelo para simular las formas en que las neuronas intercambian información en tiempo real.

Pero nos preguntamos qué tan benéfico son esto adelantos, con qué objetivos quieren llegar a que una máquina sea tan similar al funcionamiento de la mente humana, donde quedaría la integridad del hombre, lo moral, los valores etc.,
La Inteligencia Humana

Podemos decir entonces que la inteligencia es la aptitud para tratar con símbolos y relaciones abstractas, para aprender y para enfrentarse con requerimientos nuevos, haciendo uso adecuado del pensamiento como medio o bien para la adaptación de situaciones nuevas.

Pero surgen preguntas acerca de que si la inteligencia es hereditaria, adquirida, influida por el medio ambiente o una combinación de dichos factores. Autores tan fundamentales como Luria o Piaget, interpretan la inteligencia como una variable cuantitativa que puede medirse con un número (se es más o menos inteligente como se es más o menos alto). Para estos autores la inteligencia resulta del desarrollo progresivo de una serie de estructuras a través de fases diferentes.

Para otros autores la inteligencia aumenta a partir del nacimiento a través de las experiencias, alcanzando su máximo desarrollo en la adolescencia, posterior mente, en la madurez, se observa un declinar bastante lento y regular aunque no todas las aptitudes intelectuales sufre el mismo deterioro.

Hay otros autores que dan gran importancia a la herencia como Eysenck, este es un gran defensor de la teoría de que la inteligencia es una cualidad hereditaria, fundamentalmente inmodificable por la educación o el ambiente, esto se mostró insuficiente para el estudio de los fenómenos psíquicos, por cual surgió gran polémica entre los genetistas.

Podemos decir que si creemos en la preponderancia de la herencia, poco podemos hacer. Si se nace listo, este hecho es tan inmodificable como es el color del pelo o el grupo sanguíneo. Es el ambiente el que modula, el que da forma a la capacidad intelectual. Hay que afirmar rotundamente que la herencia es necesaria, pero no suficiente para “fabricar” un hombre. La mentalidad del individuo depende de estructuras, funciones, normas, valores y modelos sociales.

El hombre es, en suma, producto de dos tipos de herencia: biológica y cultural.

Podríamos decir que el ser humano está dotado de habilidades para expresar ideas con claridad, perspectivas, pensamientos, expresar sentimientos, para formar modelos mentales y podemos maniobrar, teniendo una gran capacidad de razonamiento abstracto y matemático, habilidad con el cuerpo, entender, motivar y ayudar a los otros, capacidad de darse cuenta y poder diferenciar entre los individuos sus estados de ánimo, intensiones, motivaciones, temperamento, emociones, experiencias, poder formar una visión verídica de uno mismo y ser capaz de utilizarla para enfrentar la vida; estos y muchos más son características del ser humano; aspectos claramente identificados de la diferencia del cerebro biológico y la inteligencia artificial. 

Podríamos decir que el ser humano está dotado de habilidades para expresar ideas con claridad, perspectivas, pensamientos, expresar sentimientos, para formar modelos mentales y podemos maniobrar, teniendo una gran capacidad de razonamiento abstracto y matemático, habilidad con el cuerpo, entender, motivar y ayudar a los otros, capacidad de darse cuenta y poder diferenciar entre los individuos sus estados de ánimo, intensiones, motivaciones, temperamento, emociones, experiencias, poder formar una visión verídica de uno mismo y ser capaz de utilizarla para enfrentar la vida; estos y muchos más son características del ser humano; aspectos claramente identificados de la diferencia del cerebro biológico y la inteligencia artificial.


Sustentabilidad Social



El primer objetivo de la sustentabilidad social es perseguir la equidad, que significa proponerse la eliminación de la pobreza y de que todos los estratos sociales se beneficien de las virtudes del crecimiento económico.

El desafío para alcanzar la sustentabilidad social implica satisfacer las necesidades básicas del individuo, establecidas en los principios generales de los tratados internacionales sobre los derechos humanos.

En particular, el concepto de sustentabilidad social implica impulsar acciones que permitan el cumplimiento de los derechos económicos, políticos, culturales, equidad de géneros y de razas entre las personas que habitan las diversas regiones del planeta.

De esta manera, la idea de sustentabilidad social significa ejercer el derecho de vivir en un contexto en que se puedan expresar las potencialidades de cada individuo y la posibilidad de los ciudadanos de interactuar en los procesos electivos.

Sustentabilidad social significa también apoyar acciones útiles a la conservación de las tradiciones y de los derechos de las comunidades regionales sobre el territorio que se habita.

Cuando oímos hablar de "sustentabilidad" pueden surgir en nuestra mentes preguntas acerca de qué significa ese concepto, o también, prejuicios que tildan a éste de término complejo, o ligado solamente a desastres naturales que solo ocurren de vez en cuando y lejos de casa. 

En síntesis, para muchos, "sustentabilidad" es algo de lo que solo deben ocuparse los gobiernos y los ambientalistas, y que en nada tiene que ver con el día a día de todas las personas en el mundo. 

Que esto sea así tiene que ver muchas veces con las definiciones que elegimos y consensuamos. No siempre resultan claras o lo suficientemente completas para comprender a qué se refiere un concepto.

En el caso del concepto de "sustentabilidad", la definición que más se utiliza es la de "Desarrollo Sostenible" de las Naciones Unidas, que se elaboró en 1987, y se definió en el Informe de la Comisión de Bruntland como el: “Desarrollo que satisface las necesidades de la generación presente, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades”. 

Pero, ¿eso es todo? Como suele pasar con las definiciones, ésta es poco precisa. En primer lugar porque las necesidades, para todas las sociedades de todo el mundo, no son iguales. Y en segundo lugar porque el Desarrollo Sostenible, según amplía las mismas Naciones Unidas, tiene cuatro dimensiones interconectadas: la sociedad, el ambiente, la cultura y la economía. 

Y para pensar, entonces, en un futuro sustentable debe haber un equilibrio entre las dimensiones ambientales, sociales y económicas. 


La Práctica Social


La realidad social se configura y re-configura permanentemente a partir del sentido que las sociedades dan al mundo. Desde estas significaciones las personas configuran su orden social; sus formas de ser, hacer, representar en el mundo, organizando en este marco su vida cotidiana.

Ella se establece como práctica social en la medida que adquiere el suficiente arraigo, significación y objetivación que les da un sentido transformador a sus actores sociales y su entorno.

El objeto del presente artículo es abordar algunas perspectivas desde las cuales se ha configurado la práctica social, que se salen decididamente de la dimensión meramente funcional, y que evidencian la potencia de este concepto en la configuración de seres humanos como expresión de humanidad desde los imaginarios sociales. 

En el texto se propone un análisis de algunas tendencias de la práctica social buscando establecer una síntesis de consideraciones por las cuales esta adquiere una dimensión como expresión de humanidad; confronta teorías que la apoyan y soporta su propuesta en la lógica de los imaginarios sociales para superar la práctica como mera actividad y situarla como escenario socio-histórico y psicosomático.

La práctica social debe ser considerada como expresión de toda la humanidad del ser humano representada en sus imaginarios sociales; esto es, que debe reconocer, en primer lugar, que el ser humano, quien realiza la práctica social es un ser socializado, o sea que cuando interactuamos con alguien, ese alguien es de por sí y por herencia social, un sujeto con un complejo entramado socio/histórico el cual influye en una práctica social.


sábado, 24 de febrero de 2018

Escuchando Opiniones


No sé si estarán de acuerdo conmigo, pero lo más habitual cuando se habla de política, fútbol o religión es que el respeto sea lo primero que se pierda. Son temas en los que tendemos a enfrentarnos y acabamos discutiendo de forma bastante irracional. No son éstas las únicas cuestiones sobre las que solemos mantener posiciones encontradas, y en las redes sociales, los foros y otros puntos de encuentro que nos ofrece internet podemos encontrar infinidad de ejemplos cada día.

Las matemáticas, la física y la historia también son muy importantes. Pero siendo las relaciones interpersonales uno de los elementos definitorios fundamentales del ser humano, es llamativo que nadie nos enseñe a cultivarlas de la mejor forma posible.
Escucha activa

Para poder abordar una reflexión desde todas sus perspectivas, conviene disponer de toda la información y los datos necesarios. A menudo la mayor parte de esta información reside en las personas, por ello es primordial maximizar la capacidad de adquirirla mediante la escucha activa.

Es probable que pienses que sabes escuchar. Es lo normal, casi todas las personas piensan que lo saben hacer y que lo practican con esmero. Pero cuando las mismas personas que hacen esta afirmación se ponen “al otro lado”, es decir, en el lado del que habla,  piensan que los demás no les escuchan como a ellos les gustaría.

El problema es que cuando escuchamos no solemos ponernos en la actitud mental de “estoy escuchando”, sino en la de “voy a responder a eso” o en “pues mi opinión es…”. Sin embargo, una escucha debe ser genuinamente receptora, abierta, sin ponerse a la defensiva, sin espíritu crítico, debe estar ávida de obtener la información y comprender al emisor. Y debe ser activa, es decir, que no sólo se recibe información pasivamente, sino que también se generan y despliegan comportamientos y entornos dirigidos a  promover su obtención, a facilitar que fluya y llegue, optimizando su calidad y cantidad.

Las personas tenemos sentimientos y vidas complejas, llenas de emociones y pensamientos que nos acompañan cada minuto y que condicionan la perspectiva con la que interpretamos el mundo. Por eso, cuando interaccionamos con alguien mediante una conversación es importante ser consciente de que todos esos factores influyen enormemente. Se debe realizar un esfuerzo especial por intentar comprender estos condicionantes y cual es la perspectiva que dicha persona tiene para poder hacer un ejercicio de ponerse en su lugar, realmente, sin caer en el “qué haría yo en su situación”, sino buscando el “entiendo su situación”, y preguntándose  “¿por qué está diciendo lo que está diciendo?”

La pregunta inteligente es la forma más eficaz de canalizar una indagación. Las preguntas deben ser concretas si queremos obtener respuestas precisas. Deben transmitir un sincero interés por conocer la realidad, sin parecer inquisitivas o acusadoras. El modo en que se formula una pregunta puede promover entusiasmo y franqueza o posiciones defensivas y resistencia.

Una indagación eficaz enfocada en lo que es correcto y cuyo objetivo sea hallar la mejor solución o elegir la opción acertada cumple lo siguiente:
Promueve la reflexión cuestionando todo lo relevante y conduce a nuevos consensos.
Permite que todas las persones compartan sus reflexiones e información, de manera franca y espontánea y así todo lo relevante se tiene en cuenta.

Anima a compartir información y reconoce a las personas que lo hacen. 
Establece la base para una evaluación objetiva de la situación.

Recuerda que solamente lograrás la escucha activa cuando la otra persona considere que, en efecto, le has escuchado mientras hablaba. Por mucho que tú pienses que has hecho lo que debías, la única forma de saber si lo has conseguido es preguntándole a tu interlocutor. 

Si él confía en ti, te dirá sinceramente si se ha sentido escuchado y en qué aspectos de los comentados anteriormente tienes opciones de mejora.


Pensar Diferente


Según la ciencia, las personas tenemos en promedio entre sesenta y noventa mil pensamientos diarios. La mayoría de los cuales son inconscientes, repetitivos del día anterior, y negativos.

Visto así parece un panorama poco alentador para quienes queremos emprender cambios. ¿Cómo podríamos desarrollarnos si es que somos inconscientes de los pensamientos que nos llevan a ciertos sentimientos y estos dan como resultado nuestros hábitos? Lo difícil de esta trama es que nos identificamos con ese conjunto, asumiéndolo como realidad inamovible, dando por sentado que es la única verdad.

Einstein dijo: “Es imposible solucionar un problema desde la misma mente que lo creó”. En definitiva es imposible ser alguien nuevo, o mejor dicho, establecer nuevos pensamientos, sentimientos y hábitos a partir del mismo patrón, porque ese patrón sólo es capaz de generar cosas congruentes consigo.

Abarcándolo desde esta perspectiva resulta indispensable dejar de alimentar, aunque sea por momentos, esa corriente continua de pensamientos. Es clave apaciguar la mente, disminuir la frecuencia de ondas cerebrales y así debilitar suavemente el circuito de redes neurales vigente que nos llevan siempre al mismo lugar. Pensar desde una mente nueva implica concebirnos de un modo diferente, apropiándonos de una identidad construida conscientemente.

Por otra parte y no menos importante, si bien alcanzar la meta será determinante, el éxito en nuestra calidad de vida residirá en el tránsito hacia ella. Un sabio maestro nos diría “la meta es el camino”.

Nuestro pasado es una abundante fuente de aprendizaje. De cada uno depende el uso que le dé. En este desarrollo, lo esencial es aprender a dar un paso atrás. Un pez no se da cuenta de que el agua es el agua, hasta que salta fuera de ella, “da un paso atrás” y puede ver en perspectiva. Sólo así se da cuenta de que lo que él creía un todo, no lo era.

Donde está nuestra atención está nuestra vida
La mayoría de las personas llevamos la atención una y otra vez a lo que no queremos, ya sea para quejarnos o para resolverlo. Es cierto que hay diferencia, sin embargo, de una u otra forma estamos dirigiendo nuestra atención a lo que NO QUEREMOS. Por el contrario, son pocas las veces que nos ejercitamos en dirigir la atención a lo que SI QUEREMOS. 

Aprender a ELEGIR la dirección del foco atencional, iluminar más la solución y menos en el problema. No siempre es fácil poner las luces en lo deseado, porque las circunstancias que nos hacen quererlo todavía están presente demandándonos. Ya sea enfermedad, duelo, fracaso, tristeza, crisis, escasez, pérdidas, etc.


Conectar con la idea y con las sensaciones físicas de cómo nos sentiríamos si ya estuviera resuelto. Conectar con la idea y con cómo esta se siente en el cuerpo, no tiene que ver con hacer de cuenta que aquello no existe, sino que es otra forma de transitar una realidad, reconociendo que hay algo más que lo actual.

Paulatinamente disolvemos los patrones que crearon cierta identidad. Damos origen un nuevo cableado, construyendo una nueva imagen de nosotros mismos y por ende una nueva realidad.

La Noria: El Surco De La Rutina


Rutina, Trabajo... No dejar que nuestras vidas se basen en los mismos.

Como sabemos, todos o al menos la mayoría de las personas debemos tener un trabajo para poder costearnos nuestros gastos, necesidades y estilos de vida. 

Automáticamente de esto deriva el que tengamos una rutina; cocinar, planchar, lavar, salir temprano, llegar a tiempo, conseguir transporte, entre otras cosas.

Continuando lo antes mencionado, para ello debemos hacer un cronograma y pasar la mayor parte del tiempo desenvolviendo la misma tanto así que incluso hasta nos toma parte de nuestros días libres, y nuestra felicidad dónde queda?, nuestro espacio para dedicar tiempo a los que nos gusta, pasar tiempo de gozo hasta con nosotros mismos. Tendemos a volver nuestra vida aburrida apegandola a una costumbre y no nos damos cuenta que los días van pasando y no se devuelven, dejamos de pasar tiempo hasta con nuestros seres queridos, dejamos de hacer nuestros hobbies, son tantas cosas que olvidamos...

Por ello en nuestro cronograma siempre debemos buscar la manera de que así sea entrelazando la con las cosas que nos gustan buscar la manera de hacerla divertidas y disfrutar lo mas posible, que aunque la rutina nos quite el mayor porcentaje de horas que estamos despiertos encontrar la alternativa de que cada día podamos sentirnos nosotros mismos y no funcionar como un robot en modo automático, no somos maquinas programadas, tenemos derecho a realizar y disfrutar lo que queremos (en el buen sentido) por lo tanto no debemos ser nosotros mismos un obstáculo o una base imponente de nuestra rutina y hacernos querer sentirnos vivos y llenos de alegría diariamente.

Es importante recalcar el que tampoco debemos alejarnos de nuestros seres queridos por culpa de nuestra "rutina", ya sea que seamos padres, hermanos (más que todo los que tienen hermanos pequeños), hijos, o alguien importante para nuestras familias, porque sí. 

Vaya que lo somos!, así que vamos, moldea esa rutina, no seas aburrido que tú eres importante tanto para ti como para otras personas!


Solidaridad Humana


Erradicar la pobreza, garantizar la dignidad humana y proteger al planeta es el principal objetivo del Día Internacional de la Solidaridad Humana, que se celebra el 20 de diciembre.

En el Día Internacional de la Solidaridad se busca que los gobiernos cumplan con los acuerdos internacionales y sensibilizar así a la población sobre la solidaridad entre los humanos.

"El nuevo programa de los ODS -Objetivos de Desarrollo Sostenible- pone en el centro a la persona y al planeta, se apoya en los derechos humanos y está respaldado por una alianza mundial decidida a ayudar a la gente a superar la pobreza, el hambre y las enfermedades. Se forjará por tanto sobre la base de una cooperación y solidaridad mundiales", refiere Naciones Unidas (ONU) al argumentar la importancia de ese día mundial.

La finalidad es que cada los 20 de diciembre se pueda hacer un recordatorio en el mundo de la importancia de la inclusión, en un planeta que en el 2015 tenía una población de 7 mil 300 millones de habitantes, según estimaciones de la ONU.
El 20 de diciembre fue proclamado como el Día Internacional de la Solidaridad Humana durante una Asamblea General de la ONU en 2005. Desde ese momento, se ha celebrado por 12 años consecutivos.

De acuerdo con la ONU, una de cada nueve personas no tiene acceso suficiente a la alimentación para tener una vida saludable y activa. Entre el 2014 y el 2016, alrededor de 795 millones de personas padecían un cuadro de desnutrición.
Ayudar a la población que vive en extrema pobreza aún es un reto para la humanidad. 

Según estimaciones del Banco Mundial, en 2011, el 12.8 por ciento de la población vivía con menos de US$1.90 al día. En 1990, la situación de pobreza era más críticas, ya que alcanzaba un 37 por ciento.

El Banco Mundial registró en 2012 que un poco más del 77.8 por ciento de las personas en condición de pobreza extrema vivía en Asia meridional (309 millones de habitantes). En África, al sur del Sahara, 388.7 millones. Y los otros 147 millones en Asia oriental y el Pacífico.

En el caso de Latinoamérica y el Caribe, al menos 44 millones de personas vivían en extrema pobreza.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) en un reciente informe sobre el acceso a la salud mundial, estima que la mitad de la población no tiene acceso a servicios de salud, fundamentales para el ser humano. 

Para la OMS existen 16 servicios de salud vitales para la humanidad, entre ellos:
Salud reproductiva, de la madre, el recién nacido y el niño
Enfermedades infecciosas
Enfermedades no transmisibles
Servicios como la capacidad (suficiente personal capacitado para cubrir las necesidades sanitarias de la población) y acceso (servicios hospitalarios, a medicamento, seguridad sanitaria)


viernes, 23 de febrero de 2018

Comprometidos Y Confiables


Las personas comprometidas inspiran nuestra confianza. Construyen un camino seguro sobre el que dirigir nuestros pasos. Son luz en las tinieblas. Las personas comprometidas nos hacen sentir más tranquilos a la hora de tolerar la incertidumbre, puesto que sabemos que actuarán como ya han manifestado.

Alguien que se compromete con algo no solo lo hace en los grandes planes o en los grandes proyectos. Lo hace también con los pequeños gestos. Y los pequeños gestos, en verdad, tienen un valor mucho más grande del que pensamos. Imagina aquella persona que cada vez que os disponéis a fijar un día para poder reencontraros acaba cancelando la cita. La cancela varias veces. A veces incluso cuando ya estás saliendo a su encuentro.

Las personas comprometidas nos hacen sentir más tranquilos y confiados
Pero no solo lo hace cuando os queréis ver, sino que ya has percibido que es alguien de quien dudar. Alguien que te acaba generando una incertidumbre impropia de un amigo. Cancela compromisos, encuentra cientos de excusas para justificar su falta de interés… Pequeñas mentirijillas que, sumadas una tras otra, generan un efecto devastador en la otra persona. El efecto de la desconfianza. La falta de confianza mata las relaciones. Nos llena de inseguridad. Es abono para el reino de la incertidumbre.

Y la incertidumbre es esa asesina silenciosa que destruye cualquier terreno fértil en nuestra vida. Que no nos interese una persona o no sea de nuestro agrado es algo totalmente natural. Algo de lo que no deberíamos avergonzarnos. 

Es más, lo extraño sería que todo nos interesara de la misma manera siempre.

“La mejor forma de averiguar si puedes confiar en alguien es confiar en él”
-Ernest Hemingway-

De alguna manera, aquí la solución parece sencilla. Si no me interesa algo me alejo de ello porque no tengo ningún interés en comprometerme con ello. 

No obstante hay personas que tienen tan inculcado el complacer a todo el mundo que acaban por anularse a sí mismas. Todo por una búsqueda incansable de la aprobación del otro.

Se pierden y encontrarán un grito sordo dentro de ellas que les avisará de que hay algo que marcha mal en sus vidas. Algo que no funciona de manera auténtica. Quizá pienses en aquella vez que hiciste algo solo por complacer a la otra persona. No te sentiste cómodo. Probablemente te sentías “vendido” a algo que no iba contigo.

No obstante, cuando hablamos de personas que sí nos importan, es importante reflexionar sobre cómo de confiables estamos resultando ser para esas personas. Si queremos ser confiables o si en verdad esto es algo que no nos importa tanto.


Yo Soy Yo Y El Otro Es El Otro


Cuando nos minimizamos o nos ponemos por debajo de los demás, lo único que hacemos es desviarnos de nuestra plenitud como personas. Cuando te elogian y no te lo crees, cuando no tienes criterio propio y antepones las frases de otros delante de tu discurso, cuando crees que los demás siempre hablan o se ríen de ti, cuando tu lenguaje interno te lleva por los caminos de la desvalorización, o cuando te dejas de lado y respondes a las necesidades de otros primero, déjame decirte que vas justo por el camino de la subestimación.

Ahora bien, si el juego es a la inversa, si ocurre que en vez de subestimarte, subestimas a los demás, sin menospreciar la opinión, actos y decisiones de otros te parece algo normal, si crees que tu experiencia de vida está por encima de lo que otros han tenido que enfrentar, creo que el problema aquí se agudiza mucho más y la salida a este comportamiento es difícil de vislumbrar.

Cuando la dificultad es a lo interno es mucho más fácil de resolver, lo único que necesitas es tomar conciencia de este fallo que haces contra ti y modificarlo, observando los pensamientos que utilizas en tu contra para cambiar el enfoque de tu mente y abriéndote a las posibilidades de la vida para hacer de la estima parte de tu amor propio. Pero si juzgar a los demás y criticar lo conviertes en un lugar común, al mismo tiempo te vas convirtiendo en una persona tóxica, de esas con las que nadie quiere conversar y de las que se suele huir porque siempre desprecian lo que otros dicen o hacen.

Puede que tu perfeccionismo excesivo te haya llevado a la desestimación como una actitud recurrente, puede que haberte criado en un hogar donde la crítica fue la constante te haya conducido hacia el menosprecio y a criticar como algo totalmente normal, puede que sentirte superior sea la otra cara de la misma moneda de la baja autoestima que no reconoces, y colocándote en el pedestal de superioridad solo le pongas una cortina de humo al poco amor que te tienes y haces del autoengaño una salida fácil para no asumir tus falencias y carencias.

Subestimarte o subestimar a los demás es una actitud que siempre hablará de tu poco amor, y por supuesto será más fácil reivindicarte contigo mismo que hacerlo con el resto, porque aunque la reconciliación personal pareciera un camino difícil de transitar, mejorar tu relación contigo siempre será la vía más indicada y fértil para reconciliarte con la vida entera.

Las personas que están trabajando en sí mismas no están pendientes si los demás lo hacen mejor, no mides tu crecimiento propio con alguien más, no verificas si tu espiritualidad es mejor que la de otros, comprendes que ese crecimiento es algo muy personal y que cada quien lo vive a su manera, no subestimas la forma cómo la gente ve la vida por muy distinta que sea a tu perspectiva, no alardeas de lo que has logrado ni te pones por debajo de las personas que han hecho un largo caminar hasta alcanzar la plenitud.



Sondeo De Aceptación


La baja autoestima puede provocar la búsqueda constante de aceptación por parte de los demás. Cuando una mujer o un hombre no se siente bien consigo mismo o no se quiere, a menudo busca su aceptación a través de la aceptación de los demás. 

En estos casos, el racional es “si los demás me quieren entonces puedo quererme”. Sin embargo, esto resulta más difícil de lo que puede parecer ya que la búsqueda de aceptación, cuando se tiene baja la autoestima,  puede resultar difícil.

La búsqueda de aceptación constante puede traer consigo diferentes consecuencias, tales como:
Aceptar cualquier cosa que venga de los demás por miedo a ser rechazado. Esto podría incluir el maltrato físico o el psicológico.

Temor a expresarse y mostrarse como realmente se es por miedo a ser rechazado.
Imitar conductas y actitudes, aun sin estar de acuerdo con ellas, por temor a ser rechazado.

Dificultad para ser uno mismo y sentirse cómodo con los demás. Esto se debe a que siempre se está pensando en el que dirán o en qué pensarán los demás.
Cuando se padece de baja autoestima, la búsqueda de la aceptación puede provocar una sensación desagradable en quien la padece. El miedo a ser rechazado no permite actuar libremente y todo se piensa en función de lo que se cree que opinarán los demás. 

Esta situación puede llegar a desgastar mucho ya que la mujer o el hombre siempre tiene que ir con cuidado de lo que dice o hace
.
Otra de las causas que originan una baja autoestima es la frustración. El miedo a ser rechazados puede llevarnos a percibir cualquier situación, por poco importante que sea, como si fuera un rechazo. Por ejemplo, una persona con baja autoestima que busca constantemente la aceptación de los demás, puede pensar que si alguien le dice: “hoy no quiero salir”,  en realidad es porque no quiere verlo. 

No es capaz de pensar en cualquier otra posibilidad como que simplemente está cansado, de mal humor o que simplemente no quiere salir porque ha tenido un mal día en el trabajo. Estas situaciones frustrantes de supuesto rechazo sólo lograrán bajar aún más la autoestima
.
Para evitar que esto suceda, lo mejor es pensar en las diferentes explicaciones que podría tener el comportamiento de nuestro amigo, y ver que el rechazo es una posible causa entre muchísimas otras. De esta forma, será más sencillo interpretar que esa situación seguramente no ha sido causada por un rechazo.

También es importante intentar sentirse menos presionados y actuar más libremente en lugar de estar pensando constantemente si los demás nos aceptarán o no. En el peor de los casos, es mejor que no nos acepten a que nos acepten por algo que no somos en realidad.


Además y por mucho que nos esforcemos en pensar cómo pueden opinar otras personas, la realidad es que no lo sabemos y que a menudo es difícil anticiparlo. 

Lo que a una persona le puede parecer bien, a otra le parecerá mal, e incluso lo que a alguien le puede parecer bien un día, le puede parecer mal otro día o en otro momento.

El Ejercicio De Pensar


Creo que es fundamental para la vida de una persona, poderse relacionar con el mundo con base en ideas construidas desde sus capacidades intelectuales; esto es importante porque desde allí puede construir su individualidad, y con ello tener una posición clara y concreta frente a lo que le rodea. 

En general, las personas que no se toman el tiempo de racionalizar o de comprender todo lo que leen o escuchan, viven inmersas en una recurrencia constante al “cliché”, en este caso, fórmulas que permitan salir del paso a temas o situaciones que se toman a la ligera.


Por ejemplo, se ha hecho publicidad con el tema de “Colombia es el mejor vividero del mundo”, no sé quién se inventó eso, ni a qué estrategia de mercado responde; el problema es que las personas del común a las que han entrevistado han dicho lo mismo, pero cuando se les pregunta dónde más han vivido, arguyen que nunca han salido del país. 

La cuestión va más allá; si alguien va a llegar a esa conclusión, es imperativo que haya viajado por muchos lugares del mundo, compartido su cultura, su lengua, su gastronomía, sus empleos, entre otros; si posteriormente nada de ello le ha gustado más que Colombia, es válido concluir que es el mejor vividero del mundo.

Con este ejemplo, es posible que alguien esté pensando en el nivel de educación de los entrevistados y que por ello den una respuesta más patriótica que racional. En esta medida va otro ejemplo.Las páginas de internet como “el rincón del vago”, “Wikipedia”  y “buenas tareas”, son diariamente consultadas por todo tipo de personas que buscan información sobre algo en particular, en general, de orden académico. Muchos piensan que por aparecer en la red, es sinónimo de veracidad, de confiabilidad o de rigor científico. 

No está de más aclarar que cualquier persona puede publicar allí, en “buenas tareas” sólo se necesita compartir un ensayo para hacer parte de la comunidad, es decir, no importa el contenido del escrito, no hay comité editorial, ni nada que certifique la importancia o la pertinencia del texto; así mismo, en Wikipedia basta con observar un tutorial para publicar. 

En otras palabras, no hay filtros, ni sistemas de calidad, que garanticen los contenidos publicados en esos espacios.

Quiero enfatizar que no se trata de cerrar estos espacios virtuales, por el contrario, en algún momento dado pueden ser útiles como herramientas de investigación; el problema se condensa cuando las personas los incorporan en sus vidas como una tabla de salvación, como una forma “inteligente” de resolver un problema; desafortunadamente muchos siguen pensando que en esta vida se trata de “ser vivos”, o sea, de tomar el camino más fácil, el de menor esfuerzo.


Finalizo con lo siguiente ¿Por qué es tan complejo pensar por sí mismo?

jueves, 22 de febrero de 2018

Acuerdos

Filosofía Tolteca
Acuerdos
Miguel Ruiz en su libro “Los 4 acuerdos” nos propone cuatro acuerdos básicos de la filosofía Tolteca:

1. Sé impecable con la palabra:
Sé íntegro al hablar. Di sólo lo que pienses. Evita usar la palabra para hablar contra ti mismo o contra los demás. Utiliza el poder de tus palabras para avanzar en la dirección de la verdad y el amor.

2. No te tomes nada personalmente:
Nada de lo que hacen los demás está causado por ti. Lo que los otros dicen o hacen es una proyección de su propia realidad, de su propio sueño. Al ser inmune a las opiniones y acciones de los demás, no serás víctima de sufrimientos innecesarios.

3. No hagas suposiciones:
Ten valor para hacer preguntas y expresar lo que de verdad deseas. Comunícate con los demás con la mayor claridad posible para evitar los malos entendidos y las desgracias.

4. Haz siempre lo mejor que puedas:
Entrega, en cualquier circunstancia, lo mejor que tengas, evitando mostrarte duro contigo mismo.

Estos acuerdos pueden llevarnos a una vida de mayor bienestar. Sin embargo, ¿cuántos acuerdos establecemos con nosotros mismos que nos cierran posibilidades? Acordamos que no podemos, que no somos lo suficientemente buenos, que no podemos perdonar, que no merecemos amor, etc., etc. Cada uno de nosotros establece acuerdos diariamente. Algunos son viejos acuerdos que ya ni siquiera están vigentes, pero no nos ocupamos de revisarlos para comprobar su caducidad.

Hoy te invito a reflexionar sobre esos acuerdos que puedan estar limitando tu bienestar. Lo bueno de estos acuerdos es que somos nosotros y sólo nosotros los que tenemos el poder para decidir si queremos que sigan vigentes o no.


Quizás ya sea tiempo de establecer nuevos acuerdos contigo mismo, que sean más coherentes con quien quieres ser.

Los Por Que De Las Cosas


Desde pequeño, siempre me ha gustado intentar entender el porqué de las cosas. Ver el motivo que hay detrás de todo lo que existe, y comprender por qué es como es. En última instancia, quería descubrir el sentido de la vida, y entender por qué soy como soy.

Durante muchos años, pero, cuando compartía esta inquietud con los demás, el comentario que más a menudo me encontraba es: “qué pérdida de tiempo. No hay que entender el porqué de las cosas. Las cosas son como son y punto.”

Ahora, esta situación ha cambiado un poco, pero sigue habiendo una tendencia a creer que no tiene sentido preguntarse por qué, especialmente cuando hablamos del sentido de la vida, o de temas profundos en general. Nos encanta decir que la vida está para vivirla, no para entenderla.

Por esta razón, me gustaría contarte una pequeña historia…

Qué Pasa Cuando No Sabemos el Porqué de las Cosas
Dice la historia que, en un pequeño pueblo, había un hombre muy sabio, alrededor del cual la gente se reunía de vez en cuando para meditar y recibir sus consejos. Un día, sin embargo, apareció un gato que empezó a pasearse por la sala donde hacían la reunión. Era un gato muy juguetón, y no los dejaba concentrarse. Así que el sabio pidió que alguien lo atara mientras duraba el encuentro.

Parece ser que al gato le gustaba participar a su manera, porque a partir de ese día, siempre aparecía cuando se reunían. Y tal como habían hecho el primer día, lo volvían a atar.

Los años fueron pasando, y un día el sabio del pueblo murió. Todo el mundo estuvo muy triste, y le guardaron luto. Pero siguieron celebrando las reuniones, ahora dirigidas por sus discípulos, los cuales intentaban mantener vivo el espíritu de su maestro.

Siguieron pasando los años, y los encuentros se mantuvieron casi igual. 

Meditaban tal y como el maestro les había enseñado, e intentaban aplicar todo lo que habían aprendido de él. Por su parte, el gato seguía apareciendo, y lo continuaban atando.

Hasta que un día el gato también murió. Y entonces buscaron otro gato para poder atarlo durante las reuniones.

Me gusta mucho esta historia, porque muestra muy claramente lo que sucede cuando no conocemos el porqué de las cosas: acabamos haciendo cosas sin sentido. 

Así que intentar descubrir por qué estamos aquí, qué es la Tierra exactamente y cuál es el sentido de nuestra vida no es una pérdida de tiempo: es la mejor manera de no terminar buscando gatos para atarlos.


Que La Estupidez No Dure


En todas las organizaciones hay estúpidos.

Aquí, ya habrá algunos de ustedes revolviéndose en sus asientos pensando que esta es una consideración de alguien que se siente por encima de los demás. 

Lamento defraudarlos, pero no es así. También yo soy estúpido a veces (aunque trate de no serlo y escriba sobre ello).

Generalmente ocurre que, cuando alguien toma una cuota de poder, comienza a pensar más en sus necesidades que en las del resto, y orienta parte de su labor a satisfacerlas.

Por supuesto, la gente en relación con uno está haciendo su tarea lo mejor que puede, pero seguramente, siguiendo otros objetivos que difieren de los nuestros, al menos, en lo que a nuestros deseos personales se refiere, o no lo está haciendo de la manera que esperamos, pero que nunca comunicamos como correspondía.

Allí es donde normalmente se muestra la estupidez.

Miradas reprochadoras e incluso furiosas, gestos de desagrado, frases hirientes, y cuando no, algún grito destemplado o insultos, que les dedicamos fervorosamente a aquellos que no obran según nuestro leal saber y entender.

Todas cosas que desmotivan, y rebajan a nuestros colaboradores a meros espectadores maltratados.

Todos bajo ciertas circunstancias tenemos esos arranques de estupidez, es decir, perdemos la compostura y nos transformamos en personas desagradables.

Eliminar la estupidez no implica eliminar los conflictos, desavenencias, rispideces o fricciones en nuestras relaciones. 

Se basa sí, en respetar las diferencias, no rebajar a los otros ni llevar los problemas al terreno personal.


miércoles, 21 de febrero de 2018

Lectura E Intelecto



La lectura es a la mente lo que el ejercicio al cuerpo.
-Joseph Addison.

Instrúyanse porque necesitaremos toda nuestra inteligencia.
Conmuévanse, porque necesitaremos todo nuestro entusiasmo.
Organícense, porque necesitaremos toda nuestra fuerza.
-Antonio Gramsci.

Sin duda una de nuestras herramientas más poderosas para desarrollarla individualmente, así como para amplificarla colectivamente, es la lectura. “La lectura es un proceso emergente de construcción de significado que ocurre cuando la información topicalizada por el texto se sintetiza con el conocimiento previo como parte de un proceso general de interacción mediada con el mundo” 
(Michael Cole y Bárbara Means, Cognición y pensamiento, 1986).

En los últimos años, desde el ámbito de la neurociencia, han surgido fuertes confirmaciones de estas teorías, principalmente a partir del concepto de “plasticidad neuronal”, que implica que nuestro cerebro no es una unidad estática, sino que se trata de un continuo proceso de cambio y adaptación de redes sinápticas, las cuales organizan y reorganizan nuestra cosmovisión y nuestra percepción general del mundo. Para este complejo proceso, el hábito de leer se convierte en uno de sus catalizadores más poderosos.

En un estudio llevado a cabo durante un programa de alfabetización en Colombia, el doctor Manuel Carreiras del Centro Vasco de Cognición, Cerebro y Lenguaje comprobó que las personas alfabetizadas mostraron un importante incremento frente a las no alfabetizadas en dos áreas relacionadas con el procesamiento visual, fonológico y semántico de la información en un texto: la materia gris (la densidad neuronal) y la materia blanca (encargada de conectar los dos hemisferios del cerebro).

Guillermo García Ribas, Coordinador del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología (SEN), concluyó que “la lectura es una de las actividades más beneficiosas para la salud, puesto que se ha demostrado que estimula la actividad cerebral y fortalece las conexiones neuronales”. La lectura constante y prolongada mejora nuestra capacidad de razonamiento, nuestra agilidad mental, nuestra concentración y nuestra memoria, al tiempo que amplía nuestros recursos lingüísticos y la profundidad de nuestras ideas.

Otra escritora argentina, Mori Ponsowy, rescata el valor único de los textos literarios, al preguntarse en voz alta:

¿Por qué leer? Para huir de las grandes abstracciones y las palabras simples. A diferencia del derecho, las ciencias y la política, la buena literatura está hecha de profundidad, de detalles […] pues, antes que nosotros, el escritor se tomó el trabajo de buscar lo que realmente importa en medio del desorden informe de nuestras vidas, y de encontrar las palabras exactas para desplegarlo ante nuestros ojos, iluminando detalles y matices que nos despiertan del letargo y la costumbre ¿Por qué leer? Para sumergirse en lo particular y único de cada vida. Para huir de los prejuicios de las grandes palabras… Leer en serio es un modo de negarse a ser ovejas en un rebaño, ovejas que no están muy seguras de qué piensan o en qué creen -o que. si lo están, es porque otros se lo han dicho-, para convertirnos en individuos con rasgos peculiares, con claridad de pensamiento, con ideas propias y precisas… 

¿Por qué leer? Para descubrir quiénes somos. ¿Por qué leer? Para poder pensar.