“Si de veras queremos una visión verdaderamente extraordinaria, tenemos
que ampliar continuamente nuestros horizontes, tomar riesgos.
Si no empujamos nuestra orilla nunca vamos a expandir nuestra visión.
Ir más allá de los propios límites no es infracción.”
— Dewitt Jones
Hay una vida más extensa esperándonos justo más allá de nuestra realidad actual. El Universo está ofreciéndonos perpetuamente un horizonte expandido — un pedazo más grande del cielo cósmico — donde todo es posible. Como han hecho todos los exploradores, debemos primero tener el valor de “empujar la orilla” de nuestro sistema actual de creencias e ir más allá de los límites (a veces) sacrosantos que nos hemos fijado.
Cuando moldeamos y abrazamos una visión interna de la vida que deseamos vivir y tenazmente personificamos esa visión dejándonos llevar fielmente a donde nos conduzca, se abren nuevos horizontes ante nosotros. Esto es lo que Emerson quiso decir cuando escribió: “La salud del ojo parece exigir un horizonte. Nunca nos cansamos mientras podamos mirar bastante lejos.” Para permanecer saludables en espíritu, mente y cuerpo, debemos continuar mirando hacia arriba y ver un nuevo territorio.
¿Puedes ver lo suficientemente lejos para captar la visión de la vida que aguarda, esperándote justo más allá de ese horizonte? ¿Puedes mantener tus ojos en esa visión y continuar hacia ella a través de tiempos buenos o malos?
Aun cuando no tengas la certeza de que puedes hacer el viaje, tu explorador interno conoce el camino y está listo para partir cuando tú lo estés. Actuar es el primer requisito. Lo asombroso es que un vez que alcanzas esa nueva tierra de oportunidades, habrá aún otro horizonte en la distancia llamándote, esperando tu llegada.
Eso es todo lo que significan los nuevos horizontes. Nos muestran que hay algo más que conocer, más que hacer — y mientras permanezcamos en una piel humana, siempre lo habrá.
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