miércoles, 2 de agosto de 2017

La Huella Profunda


El tiempo es un ser indolente y tenaz que nos alcanza a todos cada segundo del día, encadenando cada parte de nuestro cuerpo a su tiranía sin contemplaciones, pues nadie escapa a su control y fortaleza.

Y ahora, con el paso de los años, puedes ver las huellas que el tiempo ha dejado en tu piel. Esos rastros de su paso que te han de servir de memoria y lección para vivir tu presente, y afrontar el futuro lleno de esperanzas y pasión.

Porque el tiempo no perdona a nadie, y si le dejamos vencer, si caemos en la trampa de no vivir el presente, y dedicarnos únicamente a nadar en el pasado, estaremos perdidos para siempre en un mar de dudas, tristeza, melancolía y remordimientos.

Usa las huellas del tiempo en tu beneficio
Ahora, me gustaría que hiciéramos un pequeño ejercicio de autodescubrimiento y mirada al pasado. Verás que es muy sencillo, y, bien enfocado, puede ser verdaderamente útil.

Busca en tu interior aquellos recuerdos que te vengan a la cabeza. Comienza con los primeros que lleguen, sin pensar demasiado, sin darle excesivas vueltas. No trates de encontrar los buenos o los malos, simplemente los que antes aparezcan. Apúntalos en un papel.

Una vez has analizado pormenorizadamente cada uno de tus recuerdos, extrae de ellos las lecciones que has aprendido de todos. Tanto en un sentido positivo como negativo, este es el bagaje de tu vida, y el contenido que le ha dado sentido a tu actual personalidad.

Cuando hemos extraído las lecciones de cada uno de los recuerdos que nos acompañan y nos definen hoy en día, ya los podemos dejar volar. Apárcalos en tu mente, para que sigan a tu lado, pero jamás dejes que ellos sean los protagonistas de tu tiempo actual, puesto que un recuerdo no es más que eso, el aprendizaje de una lección a través de tus experiencias personales pasadas, pero nunca debe ser el leitmotiv de una vida.

Deja cuanto has vivido a un lado, pues es un bagaje que siempre te acompañará y te servirá de lección, para saber qué hacer y qué no hacer, cómo actuar y cómo no hacerlo… A partir de ahí, vive tu vida.

Utiliza el tiempo que has vivido como lo que es, una valiosa lección. Gracias a él, has aprendido mucho, pues han dejado grandes marcas en tu piel. Y ahora, disfruta tu presente con toda esa ingente información que conforma tu personalidad.

“La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado.”
-Gabriel García Márquez-


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