Dar lo mejor de ti mismo es la única receta que te llevará
al éxito. En el plano material, aparentemente no siempre ganamos cuando damos
lo mejor de nosotros mismos. Muchas veces las cosas no salen como lo
planeábamos, y es frustrante a veces ver que nuestros sueños o ideales no se
mueven al ritmo que nosotros queremos; pero en el plano espiritual, no hay
forma de sentirte perdedor si estás dando siempre lo mejor de ti mismo.
La receta del éxito es simple: ¡Da siempre lo mejor de ti
mismo! y no te rindas, no mires atrás, no midas tu valor en relación a la
retribución o a la opinión de los demás; sino en respuesta a tu satisfacción
personal. Toma tiempo para que la gente te escuche, y te escucharán
sólo quienes estén listos. Tu pasión, tu dedicación y tu
determinación; son las herramientas que se encargarán de que tu voz llegue
lejos, de que tus sueños se materialicen en una maravillosa realidad; que por
maravillosa, nunca será perfecta, ni nunca estará completa. Porque los
soñadores se alimentan de sueños, y cuando un sueño se cumple, uno nuevo y más
grande se vuelve a soñar.
El mundo es de quienes tienen
fe en sí mismos, y encuentran en cada reto una oportunidad de
transformación, de ajuste. Un llamado de atención! Acercarnos al éxito o crecer
en él no hace las cosas más simples, sino que cuando estamos haciendo lo que
amamos, esa pasión es la que hace que todo sea posible; y es la que nos
mantiene conectados, activados y dispuestos a invertir toda nuestra fe en lo
que creemos.
Cree en ti, en tu éxito personal, y sin mirar a los lados,
camina despacio, o si quieres camina rápido.. Pero no dudes que tarde o
temprano llegarás, y es ese sendero el que te dará todas las armas para
continuar; aunque a veces caigas, aunque a veces dudes o aunque a veces
necesites parar a descansar
Y cuando estés triste: Llora
Y cuando tengas miedo: Descansa
Cuando dudes: Reflexiona
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