Podemos creer que si vivimos en una sociedad lo
suficientemente avanzada la cultura nos caerá encima, como una ducha, sin
esfuerzo.
Al fin y al cabo, con Internet tenemos al alcance de la mano
toda la información del mundo.
Sin embargo, la realidad es otra: no es una cuestión de
disponibilidad del conocimiento, sino de capacidad
independiente para encontrarlo y ser capaz de entenderlo de manera correcta.
Por eso las campañas de
promoción de la lectura siguen siendo igual de importantes que antes, ya que
una persona con las correctas habilidades lectoras será capaz, por sí sola, de convertirse en un ciudadano crítico e
informado.
Por no mencionar que la leer es muy, pero que muy divertido.
Se anima y se busca
a través de las nuevas tecnologías a esos lectores que todavía no lo son, esos potenciales devoradores de libros que bien pueden ser
niños, pero también adultos que han dejado de leer o bien nunca han tenido la
posibilidad de hacerlo.
¿Qué les parece? La verdad es que no podemos dejar toda la
responsabilidad de conseguir nuevos lectores en manos de organizaciones y
bibliotecas. El mejor difusor de
la cultura es el más cercano,
y por eso debemos dar ejemplo fomentando costumbres lectoras entre aquellos que
nos rodean.
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