La realidad que actualmente vives es el resultado de tus
pensamientos, tus ideas y tus creencias, los cuales te fueron inculcados por tu
entorno: padres y familiares; y reforzados por profesores, amigos y medios. Tus
pensamientos, ideas y creencias funcionan como “filtros” con los que percibes
la realidad y también son los “modeladores” de la toma de tus decisiones.
Si aún no estás conforme con tus resultados es importante que
te preguntes ¿Qué es lo que quieres para ti? ¿Qué es lo que quieres alcanzar?
¿En quién te quieres convertir? Es decir: Cuales son tus sueños.
¿Cómo saber si lo que
deseas es lo mejor para ti?
Muy sencillo, cuando lo piensas, cuando lo visualizas; te
sientes vivo, sientes una felicidad intensa, te llenas de energía por vivir y
experimentarlo.
Una vez que sepas qué es lo que quieres alcanzar es necesario
que lo tengas bien definido y detallado. Escríbelo en un cuadernito y
permítete unos minutos del día para revisarlo, ello con el objetivo de no
perder tu norte. Y cada vez que te asalten tus dudas y miedos aférrate aún más
a tus propósitos personales. Debes tener en cuenta que dentro de ti hay una
parte que te dice que es mejor que te quedes como estás, que no cambies. Y esto
es porque tu mente quiere mantenerte en tu “zona segura”.
Tu gran enemigo es tu mente, que constantemente te dice: “no
puedes”. Tim Gallery – autor de “The
inner game of tennis” y uno de los maestros del coach
deportivo que se centró en el juego interno, es decir, el juego que
sucede en la mente- nos dice que en la competición el atleta tiene dos
adversarios: Un oponente externo que está en la pista, en el estadio o en el ring;
El otro es el oponente interno que está en la mente, y es el más poderoso. De
esta manera el competidor enfrenta dos batallas, pero la más dura es la interna
donde tiene que lidiar con sus miedos, inseguridades y limitaciones. Si el
competidor logra vencer su batalla interna, vencerá a su oponente real.
¿Cómo ganar tu
batalla interna? ¿Cómo combatir a esa voz pequeñita que te dice “no puedes”?
La diferencia entre quienes logran sus metas y quiénes no,
es la decisión y el compromiso que tienen para alcanzarlos.
Si bien, tu presente es producto de tus decisiones pasadas,
déjame decirte que: No estás atrapado en tu pasado. Tienes la opción de decidir
hacia dónde quieres llegar. Tu presente y tu futuro te pertenecen y es ahora
cuando puedes decidir. En otras palabras la calidad de tu futuro depende de la
calidad de las decisiones que tomes HOY y el compromiso para mantenerlos a
pesar de las dificultades que aparezcan.
El ambiente externo también será un factor que debas
combatir, para ello deberás fortalecer tu autoestima y tus sentimientos hacia
tu persona. Cuando te enrumbes hacia tu gran meta, cuando estés dando los
primeros pasos hacia tu éxito personal te encontrarás con personas que te dirán
que “no vale la pena tanto esfuerzo”, “así como estás, estas bien” incluso te
tildarán de loc@ por proponerte cosas que para ellos es inalcanzable…
Una vez más es momento de aferrarte a tus metas. Recuerda que
no necesitas su aprobación ni validación. Toma el control de tu vida: Retirando
de tu entorno a la gente tóxica e información destructiva y preparándote,
educándote, para alcanzar eso que deseas, consumiendo libros y canciones que
alimenten tu espíritu.
Recuerda que cuando comienzas a estar mejor, todo tu entorno
mejora…
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