El ser humano como ser pensante tiene una motivación
suficiente, según lo dictamina su intelecto, para investigar acerca de las
religiones. Es así que vale la pena preguntarnos fundamentalmente ¿qué
necesidad tienen el ser humano de la religión y que beneficios le ofrece está a
la humanidad? (¿Qué espera la humanidad de la religión?)
La respuesta general a esta pregunta es que el ser humano
espera de la religión que ésta lo guie hacia la felicidad última en el mundo y
en la otra vida. Y esta expectativa es tan grande que únicamente la religión
puede satisfacerla y no hay nada que le reemplace.
Por su puesto, junto a esta necesidad fundamental y global,
también existen expectativas más particulares. La expectativa que tiene
el ser humano de la religión es:
1. Que sea posible demostrarla y argumentarla. Es decir, que
sea corroborada por el intelecto y la lógica, en otras palabras; que sus
principios doctrinales validos frente al juicio del intelecto
2. Que le da significado a la vida: Que libere al ser humano
del vacío existencial y elimine esa idea de que la vida del hombre no tiene
sentido alguno.
3. Que le de tranquilidad y le sea motivadora.
4. Que tenga el poder de darle santidad a los objetivos del
individuo y la sociedad.
5. Que sea comprometedora y conceda responsabilidad
Entre estas expectativas, la primera y segunda son las más
fundamentales. La primera expectativa: El que los principios doctrinales de una
religión sean lógicos posibilita su aceptación y remueve todo tipo de confusiones
y oscuridades ideológicas.
Acerca de la segunda expectativa, podemos decir que: Para
nosotros los seres humanos la vida en este mundo está acompañada de dolor y
dificultades, siempre nos enfrentamos a lo desagradable. Algunas veces
este dolor y sufrimiento se elimina a través del pensamiento y la ponderación,
así como por medio del desarrollo industrial, o se hace posible el eliminarlos.
Pero hay un grupo de adversidades que no son de este tipo y el ser humano nunca
podría hacerles frente con su propio poder. Entre ellos:
a) El ser humano es un buscador de la verdad, y puesto que
es posible caer en la ignorancia y el error, entonces sufre.
b) El ser humano busca el bienestar y quiere ser impecable e
infalible, y le lastima el llegar a cometer errores y malas acciones.
c) El ser humano quiere la inmortalidad, ve a la muerte como
el fin de la vida y esto le aterra.
d) El ser humano busca la infinitud y los defectos y
limitaciones le causan dolor.
e) El ser humano sufre al ver que desde su mismo nacimiento
y a lo largo de la vida tiene menor o igual beneficios corporales y mentales
que otros, o se ve con menos posibilidades que los demás y esto le causa
sufrimiento.
Solamente la religión puede darle significado a la vida del
hombre, sosegarlo y hacerle fácil el soportar los sufrimientos.
LO QUE LA RELIGIÓN ESPERA DEL HOMBRE
Es obvio que la religión en tanto que es un conjunto de
creencias y normas, no es un fenómeno del cual pueda hablarse sobre qué espera
del ser humano o de algo más, sin embargo, la finalidad de lo que la religión
espera del ser humano, es una expectativa que tiene el Legislador y el
Originador de la Religión, Dios Todopoderoso en la humanidad.
En pocas palabras, la expectativa del Legislador de la
religión en el ser humano es que éste acepte las creencias de la religión,
forje una fe arraigada y sólida en ésta, practique sus normas e
instrucciones, adorne su forma y su comportamiento como lo quiere la
religión, y que aleje de él todos los vicios reemplazándoles por virtudes.
Debe decirse que este tema es para el beneficio del ser
humano, es decir; si decimos que la religión tiene expectativas en el ser
humano, no es que quiera utilizar una parte de su componente existencial,
extraerlo y añadirlo a la religión. Por el contrario, el que esto tenga lugar,
no es más que para el propio beneficio del hombre.
En otras palabras; lo que la
religión espera de la humanidad es que ella misma se conduzca hacia la
perfección y se beneficie de los más elevados y exaltados dones divinos.
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