jueves, 10 de enero de 2019

La Oportunidad De Hacer El Bien


Hacer el bien a nuestros semejantes es una de las singulares oportunidades ofrecidas por la vida, y de nuestra actitud y posición adoptada depende el efecto que tendrá en nosotros el gesto del o los beneficiarios.

Como máximo ejemplo de ofrecimiento desinteresado recordé el de los padres con sus hijos, quienes lo dan  todo por sus descendientes sin esperar nada a cambio, solo les basta ver feliz, dichosos y encaminados a sus sucesores.

Con estas ideas quiero aclarar que no apruebo la descortesía y la ingratitud ante los detalles dirigidos hacia nosotros. Pero si esperamos algo a cambio de un gesto caritativo, podemos sufrir por no recibirlo, por eso hace años tengo como axioma: “Para el que nada espera, lo mucho o lo poco es suficiente”.

timos el dolor punzante de un desaire, es necesario recordar que el único modo de ser feliz no es esperar gratitud, sino dar por el placer mismo.


Al realizar acciones desinteresadas de forma continuada y a lo largo de nuestra existencia, aprendemos que cuando eres bueno para los demás, eres mejor para ti mismo, y en ello radica la mayor retribución y premio.

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