jueves, 2 de mayo de 2019

Tiempos Modernos

“Tiempos Modernos” es una película protagonizada por el famoso  actor Charles Chaplin, en la cual a través del humor trata de mostrar lo que es la realidad de la vida en la época de la gran depresión bajo el contexto de la industrialización y la producción en cadena.

A pesar de que este largometraje se realizó en el año de 1936, parece que el título y la temática de la cinta siguen vigentes en pleno siglo XXI, en virtud de que en cada una de las escenas se plantean problemáticas que continúan latentes y constantes en la sociedad, tales como: el trabajo por medio de las maquinas en remplazo por el hombre, la producción en masa, el desempleo, las huelgas, el hambre, la pobreza e injusticia social.

Por ejemplo: Cuando el obrero, cuasi-demente Charlot (interpretado por Charles Chaplin) al inicio de la película está girando las tuercas sin hacer uso de  razón y realiza su trabajo a diestra y siniestra, sin importar que se encuentre en su camino. Esta escena es muy ilustrativa en cuanto a la similitud y acercamiento que hay de los seres humanos a entes sin pensamiento y que realizan el trabajo cual “burros de carga” dejándose manipular como “ovejas de rebaño” sin cuestionar, y obedeciendo a toda orden (Cualquier parecido con la realidad del pueblo mexicano es mera coincidencia).

Asimismo las condiciones laborales en las que se halla el protagonista son paupérrimas e inhumanas, se resalta en la película como a los trabajadores se les explota a tal grado que no tienen tiempo para pensar, comer o simplemente fumar un cigarrillo. Esta situación es debido a que el trabajador está oprimido y presionado por alcanzar su objetivo que es producir más a un bajo costo, incluso estas condiciones laborales provocan que los obreros se enfermen como en el caso de Charlot que sufre espasmos nerviosos y tiene que ser llevado a un nosocomio para ser atendido y recibir terapias de recuperación. Sin embargo, me pregunto, ¿Cuántos trabajadores en el día a día tienen la posibilidad de acudir al galeno para atenderse de sus múltiples enfermedades por trabajar en las fábricas con las más ínfimas condiciones laborales? Sinceramente creo que la respuesta es que a todas luces es mínima la cantidad de obreros que tienen acceso a la seguridad social y mucho menos a la posibilidad de llevar una vida digna y decorosa.

Habría que decir también que hay una escena que me hace recordar el famoso libro de George Orwell “1984”, ésta es cuando Charlot pretende tomar un descanso de su agotador trabajo y no lo puede hacer porqué hay pantallas de televisión que lo intimidan para no hacerlo. Algo similar sucede en el libro de Orwell con el “Gran Hermano”, además esta novela nos muestra a las sociedades modernas que reproducen actitudes totalitarias y represoras, tal como sucede en la cinta en la escena de los huelguistas que son reprimidos por la fuerza del Estado.

Por otro lado, del texto El Derecho del trabajo en el cine: A propósito de Tiempos Modernos de Joaquín García Murcia quiero destacar el análisis que hace de la película cuando menciona que las dos grandes preocupaciones del hombre moderno son: el consumo como razón de la existencia y el trabajo como puente de acceso a los servicios y bienes materiales. Pues ahora, el valor de las personas y sus relaciones sociales se miden a través de un “vanorómetro” que nos indica que una persona vale por la cantidad de bienes materiales que tiene, por la marca de ropa y de celular que utilice y todo tipo de vanidades que se acercan al infinito.

Se supone que actualmente vivimos en tiempos modernos y hemos dejado atrás la barbarie y el salvajismo. Ahora en todo impera el uso de la razón y vivimos mejor que como lo hacían nuestros abuelos, sin embargo hay que cuestionar hasta que punto este supuesto uso de la inteligencia y de raciocinio nos han llevado a las guerras, a las hambrunas, a la explotación del hombre y a toda una serie de hechos que hacen dudar acerca de la razón.

Para finalizar este escrito, hago la siguiente reflexión: Los seres humanos siempre han estado buscando la felicidad, la libertad y todo aquello que se considera deseable y bueno, hemos llegado a pensar que estamos a nada de alcanzarlo, no obstante estos objetivos están en una carrera en la que los hombres los está persiguiendo como si fueran caballos galopando detrás de una zanahoria que tienen colgada en el cuello a modo de incentivo para correr más rápido.



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