miércoles, 8 de mayo de 2019

El Mal De La Ingratitud


Veamos que es la ingratitud. La definición de diferentes diccionarios de la lengua castellana acerca de la palabra INGRATITUD, es coincidente y su significado es: «Olvido o desprecio de los beneficios recibidos».  Cuantas veces  nos topamos con personas ingratas que pueden ser de la familia o extraños a los que consideramos amigos o simplemente por «causalidad» debimos hacer algo por ellos dando todo con el «corazón en la mano».  

Y es preocupante: hoy en día es muy común encontrarnos con mil y una ingratitudes de la gente de las que tal vez  ya  has sufrido algunas; te preguntaras  ¿en que falle? Y no encuentres la respuesta y sé no la encontraras ya que no fue cosa tuya sino del que olvido los favores que les diste.

«A cierto lobo glotón se le atravesó un hueso en la garganta mientras comía. Viéndose en semejante apuro, rogó con mil promesas a una cigüeña que se lo extrajera.

Oye- le dijo- tú que tienes un pico tan largo, bien podrías quitarme este hueso que me ahoga. Hazlo por favor, que yo recompensaré tu servicio. Enternecida la cigüeña por los ruegos del lobo y confiada en sus promesas, le sacó el hueso con suma habilidad; y luego, terminada la operación, le pidió el pago de sus servicios, a lo cual, el lobo mostrándole los dientes contestó:¡Cuán necia eres! Después de que he tenido tu cabeza entre mis dientes ¿Aún me pides premio mayor que el perdonarte la vida y dejarte libre para contar que pusiste tu vida entre mis dientes? Ante la insólita respuesta, para evitar mayores desengaños, se marchó la cigüeña sin decir nada»   ¿Lo ve?… La ingratitud es la insensibilidad a los favores recibidos.

Es la amnesia del corazón. Es inútil esperar bien de los malvados, ellos nunca corresponden a los favores recibidos. Por más miel y leche que usted diera a las víboras, veneno solamente le escupirán.  ¿Quién no ha sido pagado con ingratitud? El que no sepa de ingratitudes poco bien habrá hecho en la vida. Pero bueno, ¿qué importa la ingratitud de los hombres?

Al fin y al cabo, al servir, uno solo trata de hacer el bien y no de colocar fondos ni de recibir recompensas. Es preferible crear ingratos que dejar de hacer el bien. Además, el mal pago añade mérito a las buenas obras. Quien sirve y sabe dar ayuda… conocerá a veces la ingratitud pero también la emoción de dar. Y siempre se encontrará gente noble y agradecida.


Sé que no todos te corresponderán mal, también hay mucha gente que te agradece y valora tus esfuerzos y los premia de diversas maneras, eso hace que tu corazón se sienta complacido, sentir la satisfacción de que ayudaste a alguien cuando más te necesito es algo que debes llevar siempre contigo. Trae alegría, regocijo y paz a tu interior.

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