Cómo escuchar el silencio: Una cuestión que puede parecer
evidente a primera vista, pero nada más lejos de la realidad. De hecho, ¿estás
seguro de saber qué es exactamente el silencio? El silencio no es sólo la
ausencia de ruido, como pudiera parecer. El silencio es lo que sostiene todos
los sonidos, lo que los hace posibles. De hecho, el silencio es mucho más que
eso. El silencio es una puerta abierta hacia el Aquí y Ahora, donde los dramas
y el estrés de las rutinas mentales no tienen lugar.
Y lo mejor de todo es que,
aunque la mayor parte del tiempo pasa completamente desapercibido para la mente
pensante, el silencio siempre está ahí, a tu alcance, aunque ni siquiera te des
cuenta.
El silencio, como mencioné antes, es mucho más que la
ausencia de ruido. De hecho, incluso cuando el mundo a tu alrededor es más
ruidoso, como en un concierto o en una calle muy transitada, puedes reconocer
el silencio de fondo si prestas atención. No hablo sólo del silencio interno de
la mente, que no depende de ningún factor ajeno a ti, sino también del que hay
tras cada sonido, tras cada palabra, tras cada pensamiento… Los ruidos son sólo
olas que fluyen sobre un océano de calma, ¿lo habías notado?
El silencio y el ruido no son, en absoluto, incompatibles.
De hecho, sin silencio no podría haber sonido alguno. Observa esto ahora mismo.
¿Puedes percibir ese silencio que, pase lo que pase, permanece inmutable?
Presta atención a cuanto te rodea, Aquí y Ahora. Da igual la
situación en la que estés: en el metro, en la playa, caminando por una ciudad…
No importa los estímulos y los ruidos que te rodean. Tan sólo observa, sin
juzgarlos. Seguramente te resulte fácil sorprenderte inmerso en
pensamientos que etiquetan unos ruidos como “buenos” y otros como “malos”,
¿verdad? Pues no luches tampoco contra eso. Deja que tus pensamientos también
fluyan con los sonidos, pues son sólo eso, ruido mental.
Si eres capaz de
observar de esta manera, sin juzgar y sin buscar nada, verás cómo escuchar el
silencio es mucho más sencillo de lo que parece. Pero, ante todo, no te juzgues
si no lo consigues, porque ese juicio también es ruido, también es distracción.
Recuerda: sólo necesitas prestar atención, Aquí y Ahora.
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