Hay gente que ve en una raqueta rota un trasto para la
basura y, otra, la posibilidad de transformarla en un espejo. Las personas
creativas son capaces de hacer de un rallador de queso una nueva lámpara colgante
que irradie luz a un cuarto.
Y si alguna vez te has preguntado el típico cómo-es-posible, la
ciencia acaba de desvelar que se debe a que las personas creativas literalmente
ven el mundo de otra manera.
El pensamiento divergente, la capacidad de salirse de lo
habitual para crear, se suele desencadenar por un rasgo de la personalidad que
se llama la apertura a la experiencia. Esa inquietud y curiosidad por explorar
el mundo interno y externo.
Aunque se sabe que las personas creativas acaban
ofreciendo una nueva perspectiva a las cosas, investigadores de la Universidad
de Melbourne querían comprobar si es que ya veían las cosas diferentes de base
comparado con el resto de las personas.
Y resulta que sí, que tienen el don de la percepción
mixta.
Lo habitual, si te ponen enfrente una imagen roja para que
la veas con un ojo y otra imagen verde para que la observes con el otro, es que
el cerebro solo pueda percibir una, se centre en ella, y luego visualice la
otra. Rojo, verde, rojo, verde: se van intercambiando. Pero en esta prueba de
percepción visual, llamada rivalidad binocular, los creativos ven una
combinación fusionada de las imágenes. Son conscientes de ellas a la vez.
Sin embargo, si eres de los que poseen una creatividad
tirando a escasa, tranquilo que cada vez se tiene más evidencia de que la
personalidad puede ser maleable. No hace falta que te des a sustancias
psicodélicas para alucinar cosas o verlas de otro modo, de acuerdo a un estudio
publicado en
el Boletín de Personalidad y Psicología social, viajar también moldea la mente.
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