jueves, 7 de junio de 2018

Filosofía: Ética Y Valores


La filosofía es una ciencia. Independientemente que los científicos pretenden restringir el área sólo al de las ciencias experimentales como (la Física, la Química, etc.), la filosofía, por su parte, es también una ciencia, de acuerdo al concepto de Aristóteles, "Ciencia es un conocimiento cierto de las cosas por sus causas".

En consecuencia, un conjunto de conocimientos está en el nivel científico cuando apunta a las causas de lo que se estudia, sea el fenómeno físico, sea el origen del universo. La filosofía no tiene otra pretensión, sino la de investigar el fondo mismo del universo, las condiciones que hacen posible su existencia, las causa que de hecho han originado las cosos de este mundo. El instrumento de la filosofía es la razón. Sólo con la razón se pueden descubrir las causas de las cosas, la filosofía es la más universal de todas las ciencias.

Trata absolutamente de todos las cosas, no hay un solo ser que se escape al horizonte propio de las investigaciones filosóficas, tanto los seres materiales, como los espirituales, los números, los hombres, las máquinas; todo es tema propio de la filosofía.

Precisando que solamente estudia las causas supremas de todas las cosas, se puede decir que la Filosofía es el conocimiento científico de las esencias y de los primeros principios de todo ser, o sea, de las causas supremas de todas las cosas.

Es en esa profundización hasta la esencia de las cosas, en donde reside principalmente el carácter filosófico de la Ética. Que estudia los actos humanos en cuanto a su bondad o maldad, es decir, profundiza en la esencia, por lo que al ser la ética una rama de la filosofía como tal participa de las características de la filosofía, las dos están en el plano científico y las dos son racionales.

La ética como tarea científica de explicación, no se puede considerar tan solo como un capítulo de la filosofía especulativa, tradicional y metafísica. En este terreno, la ética, en su afán científico de explicación considera la naturaleza, condiciones y fundamentos de la moral, como fenómeno que ocurre en la vida afectiva, real.

La ética responde hoy a una total racionalidad empírica. No se justifica ya, una ética casuística, ni especulativa. Si la moral es inseparable de la actividad práctica del hombre, material y espiritual, la ética no puede dejar de tener nunca como fondo la concepción filosófica del hombre que nos da una visión total de éste como ser social, histórico y creador.

Toda una serie de conceptos que la ética maneja de un modo específico como los de necesidad, libertad, responsabilidad, conciencia, valor, presuponen una reflexión y esclarecimiento filosófico.



No hay comentarios:

Publicar un comentario