"Los años arrugan la piel, más renunciar al entusiasmo
arruga el alma. ¡El ENTUSIASMO le da color a nuestras vidas! Y es la tonalidad
justa para las grandes acciones"
El ENTUSIASMO puede ser despertado por dos cosas: en primer
lugar, por un IDEAL que la imaginación visualice, y en segundo lugar, por
un PLAN que permita realizar dicho ideal.
HOY, es un buen día para elevarse con las alas del
ENTUSIASMO.
El entusiasmo es
la exaltación del ánimo que
se produce por algo que cautiva o que es admirado.
El término procede del latín
tardío enthusiasmus, aunque su origen más remoto se
encuentra en la lengua griega. Para los griegos, entusiasmo significaba “tener un dios dentro de sí”. La persona
entusiasmada, por lo tanto, era aquella guiada por la fuerza y la sabiduría de
un dios, capaz de hacer
que ocurrieran cosas.
En la actualidad, se conoce como entusiasmo a aquello que mueve a realizar una acción,
favorecer una causa o desarrollar un proyecto. Por ejemplo: “Voy a tratar de despertar su entusiasmo por la lectura con un
libro de cuentos”, “Jorge perdió el entusiasmo por el trabajo desde que le recortaron
el sueldo”, “Siento un gran entusiasmo ante el viaje que estamos a punto de
emprender”.
El entusiasmo puede entenderse como el motor del comportamiento.
Quien está entusiasmado con algo, se esfuerza en sus labores y exhibe una actitud positiva
ya que tiene un objetivo por cumplir.
Un trabajador redoblará sus esfuerzos si
sabe que puede acceder a un aumento de salario gracias a un buen desempeño; en
cambio, si descubre que cualquier esfuerzo será en vano, es probable que pierda
el entusiasmo.
La felicidad y el bienestar interior
también se asocian al entusiasmo, que puede surgir de manera natural y
espontánea, sin que existan motivos concretos o específicos. Durante las épocas
alegres y positivas de nuestra vida, solemos afrontar el día a día con un entusiasmo
espontáneo, que parece ser un rasgo de nuestra personalidad. En cambio, los
momentos de mayor dificultad a nivel emocional o económico suelen atentar
contra los deseos de luchar, y en ellos se encuentra la clave para salir
adelante.
Existen diversas formas de entender el concepto de
entusiasmo, y en gran parte se encuentra ligado a la vocación, en cuanto a
que en
cada individuo se manifiesta de manera particular y,
muchas veces, impredecible. Hay quienes creen que todos nacemos con un talento
especial, y que solo algunos lo descubren; por otro lado, existe la teoría de
que unos pocos afortunados llegan a este mundo con habilidades sobresalientes,
y que siempre oyen el llamado de la vocación, aunque decidan ignorarlo.
Se trata de un aspecto de nuestra vida muy difícil de
comprender, dada su naturaleza intangible y las infinitas combinaciones que se
dan en la construcción de cada personalidad, lo cual
deriva en infinitos caminos para analizar la mente y sus características.
Sin
embargo, incluso las personas más reservadas sienten debilidad por una
actividad, y emanan una alegría capaz de iluminar una ciudad entera cuando
tienen la posibilidad de llevarla a cabo.
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